domingo, 28 de marzo de 2010

Escribo esto desde una buardilla en Paris (me siento como ese bato del libro de Rayuela weeee), london estubo increíble y dejó la bara bastante alta para las ciudades que nos resta conocer.
Extrañamante no me ha molestado mi rodilla,pero sí el tobillo (que no lo tengo torcido, ni golpeado, sabe que le pasa), muchas calles hemos caminado, algunas infructuosamente y otras con gratas recompensas.
En este momento nos disponemos a visitar la tumba del rey lagarto, una de las principales razones de este viaje, y espero tener la suerte de encontrarme a alguien quemando un churro en su tumba para pedirle que me role unos baisas.
He estado escribiendo mi diario (el de papel) cada que termina cada etapa de este viaje para tener frescos los recuerdos, así que supongo que en Guanatos City Rocks habrá sendos post ilustrados una vez que regrese y pueda darles la forma que se merecen.
En Paris he tenido problemas para comunicarme, no entiendo no madres y los mesies no hacen el menor intento por entendernos, yo no sé ni decir hola y lo único que hablo es "le pupu le mato, la gua gua" y "Voulez vous coucher avec moi ce soir ?" a ver como chingados le hacemos.
Saludos

 

lunes, 22 de marzo de 2010

Iba a hacer un post de despedida pero no tuve tiempo, como sea esta no es la primera vez que dejo un poco abandonado este blog, pero ultimamente ya había agarrado su ritmo y me estaba sintiendo bien agusto escribiendo en él, y de alguna manera creo que le debía una explicación.
No voy a cerrar el blog aunque supongo que cuando lo haga tal vez sea con un post igual de cebo que este, simplemente me encuentro de viaje uno se si lo vaya a actualizar durante este tiempo, según yo iba a postear en twitter y Facebook pero no sé, con lo Contreras que soy, que se me hace que mejor actualizo aquí, no le hace que escriba puras mensadas.
Por cierto, estoy en Como Italia en la región de Lombardía y de lo poco que he podido ver ayer cuando por la noche salimos a dar una vuelta en bicicleta al rededor del lago, es un pueblito bastante pintoresco. La próxima parada será en Londres y si encuentro tiempo y wifi libre tratare de subir fotos.
Saludos

jueves, 11 de marzo de 2010

Alice in Underland


Iba a hacer un post sobre la película de Alicia en el País de la Maravillas pero aún no me decido qué posición tomar (aunque yo de posiciones no sé nada, a mí nomas me gusta que me la chupen ¡PLOP!); si llevarle la contra a todos esos fanáticos de Burton que se desgarran las vestiduras porque se vendió a Disney o unírmeles y tirarle mierda a la película y pues vamos viendo a ver qué sale.
Nunca he sido fan de las películas de Tim Burton, me parece un autor muy irregular que igual puede hacer una joya que un bodrio de película, que desafortunadamente son lo más y eso lo veremos estadísticamente más adelante. Alicia en Wonderland (que ahora resulta que la pendeja de Alicia se equivocó y no es Wonderland sino Underland, o sea, la tierra subterránea wee) no es ninguna de las dos, es una película típica de las que Disney ha hecho últimamente, sin mucha gracia pero cumplidoras y entretenidas con el extra de todo el rollo espectacular que nos brinda la tercera dimensión y hecho de que nos sumerge el mundo imaginario concebido hace más de un siglo por un matemático ingles aficionado a la fotografía  de nombre Charles Lutwidge Dodgson.
Sin embargo entiendo a los fans del director darki que esperaban algo más denso y oscuro, lo que no entiendo es ¿Por qué esperaban algo así, si Burton nunca ha sido ni muy denso ni muy oscuro? Claro que su estética visual está bien definida en la clave gótica, pero las historias narradas en sus films siempre han cuidado el contenido para llegar a todo el público (mainstream). En ese aspecto, hay autores mucho más arriesgados que han conseguido dotar sus películas con la suficiente dosis de espesura y al mismo tiempo buscar la mayor cantidad de audiencia posible sin caer presas de un grupo de freaks que secuestran películas para hacerlas de culto. Para ejemplos están Peter Jackson, de quien acabo de ver Lovely Bones que es maravillosa, y Guillermo del Toro. Las semejanzas con éste último no son nada gratuitas, El Laberinto del Fauno es la película que le hubiera gustado hacer a Burton si Disney no hubiera metido las narices, sin embargo el tapatío corre con mejor suerte al plasmar de manera contundente la confrontación entre la realidad y la imaginación.
Algo que he notado últimamente es la manera en la que muy pronto se desvanece el hype que general las cintas de este (me gustaría decir controvertido, pero la neta no le queda) director. Cuando salió Sweeney Todd todo el mundo hablaba del musical gore y el sorprendente diseño de época y la chingada, y al muy poco tiempo de su estreno ya nadie hablaba de ella y les aseguro que muchos ni siquiera se acordaban de esa película (Que en lo personal me pareció malísima). Así mismo, toda la expectativa generada antes del estreno de Alice in Wonderbra va disolviéndose poco a poco (y eso que no lleva ni una semana) y hasta a mí me cuesta polemizar con ésta cinta que únicamente ha cosechado comentarios positivos de un público que no sé si era el que Burton esperaba (de seguro Disney sí). Lo que sí, es que está muy lejos de lo que hace más de 50 años un genio como Walt Disney hizo, al adaptar la novela de a.k.a. Lewis Carroll; aunque reconozco que la cinta de Burton le debe más a la novela original que al clásico animado y eso se nota en los juegos de palabras y rimas que se pierden completamente en su doblaje al castellano. 

Creo que es válida la comparación con el dibujo animado de 1951, el abuso del CGI (o Imágenes Generadas en Computadora) de esta última la convierten prácticamente en una película de animación, igual que Avatar, pero chingo a toda mi puta madre si soy capaz de distinguir en Avatar lo que se realizó con computadora y lo que no. Y lo anterior me lleva a pensar que cada vez estamos perdiendo más y más nuestra capacidad de sorprendernos, porque no es lo mismo ver Alice in Underland en 3D que verla en una sala normal, aunque me parece fantástico que el 3D sea el siguiente paso en la evolución de la cinematografía, pero creo que ya tardó mucho en darse, la primer película que yo vi en 3D fue esa que Francis Ford Coppola le hizo a Michael Jackson y que exhibían en Disneylandia hace como 20 años. A mí me gusta el cine filmado con película de celulosa, me gusta meterme a un complejo cinematográfico con gente comiendo palomitas y niños riendo y comentando la función, en lugar de bajarla de internet o alquilar un Blue Ray, me gusta ver paisajes naturales espectaculares o elaboradas y artesanales maquetas, que mundos de ensueño generados por computadora y es un poco triste que todo eso vaya desapareciendo (Punto a favor para Wes Andersen por El Fantastico Mr Fox).
En cuanto al desempeño de sus actores, me parece que está quemando a su único cartucho, exponiéndolo a personajes que no están de todo desarrollados o no sé,  lo que sí sé es que son bastante sosos y grises, y me da agüite decirlo, pero Jack Sparrow tiene mucha más personalidad que cualquiera de los papeles que Johnny Deep ha interpretado bajo su dirección desde Edward Scissors Hands. Sin embargo en Alice in Uderland, el papel desempeñado por Elena Bonham Carter es el más destacado de la cinta robándose lo poco que hay de película.
A Tim Burton no se le dan muy bien las películas por encargo (tal vez con la excepción de la primera de Batman)  ya que donde ha logrado sus mejores filmes es en los proyectos que son más personales (Big Fish es de mis películas favoritas ever) y tampoco podemos decir que es muy bueno con las películas infantiles. A Nightmare Before Christmas no es una película de Burtón; Sí, es su idea y producción y lo que quieran, pero quien realizó ese film fue Henry Selick, y está por demás demostrado que cuando Burton dirige una película de animación el resultado es El Cadaver de la Novia, mientras que Selick demostró lo propio con la notabilísima Coraline.
Burton tampoco es buen director para las escenas de acción, la primera de Batman esta chingona por la manera en que nos presenta al personaje y su entorno, despojándolo de las ridículas mallones a-go-go que Adam West  popularizó en los sesentas; pero lo referente a las peleas y secuencias de acción no son la gran cagada (y no quiero ni acordarme de El Planeta de los Changos o El Jinete sin Cabeza) y eso queda más que evidente en el climax de Alicia en el País de las Maravillas, una pelea sin emoción ni ritmo que en lo particular me dejó frío.
Bueno, para finalizar, voy a hacer un ejercicio estadístico sencillo. Vamos poniéndole de una a 5 estrellas a cada una de sus películas dependiendo de qué tanto me hayan gustado y luego las sumamos para dividirlas en el número total de las películas que hayas visto. La calificación de las películas es la tradicional utilizada por muchos críticos y para hechos prácticos vamos definiéndola de la siguiente manera:
*Mala
**Regular
***Dominguera
****Buenaza
*****La Gran Cagada
Las películas realizadas por Tim Burton son las siguientes (no me vayan a salir con que me faltó poner la tesis con la que se graduó en la facultad, el cortometraje perdido o el videocasete de la boda de su prima)
Este es el resultado de mi ejercicio:
1985      Pee-wee's Big Adventure                             **           2
1988      Beetlejuice                                                        ****      4
1989      Batman                                                              ****      4
1990      Edward Scissorhands                                    *****    5
1992      Batman Returns                                               ***        3
1994      Ed Wood                                                            *             1
1996      Mars Attacks!                                                   **           2
1999      Sleepy Hollow                                                   *             1
2001      Planet of the Apes                                           **           2
2003      Big Fish                                                               *****   5
2005      Charlie and the Chocolate Factory             ***          3
2005      Corpse Bride                                                    **           2
2007      Sweeney Todd                                                *             1
2010      Alice in Wonderland                                      ***        3

38 estrellas entre un total de 14 películas, nos da un promedio de 2.7 estrellas por película, lo que según la calificación estipulada previamente lo define como un director de películas regulares tirándole a domingueras.
Ahistan, los números no mienten, sin embargo tengo que reconocer que el mérito de haber hecho un par de joyas de la cinematografía universal hacen a Tim Burton uno de los mejores y más influyentes creadores del cine contemporáneo. Larga vida a Burton.


Epilogo:
Si como fan de Tim Burton y de Alicia, te quedaste con ganas de algo más oscuro y denso oeeeeeeeey, te recomiendo que te quemes (como debe de ser, if you know what i mean) esta otra versión llamada Neco z Alenky  a.k.a. Alice (1988) de checo Jan Švankmajer, que no te va a dejar impávido (como otros).

martes, 2 de marzo de 2010

Chiken Destroy



Todo comenzó cuando algunas horas antes del concierto estábamos en mi casa preparándonos para el concierto, matando unas caguamas y dándole duro al GH de Metallíca…                           ...no, mejor  vámonos más atrás.
Podría decir que todo comenzó hace ya muchos años, en el siglo pasado, en la secundaría 4 mixta, cuando era un adolescente al que ya no le gustaba la música grupera predominante en mi natal Juchipila y había de dos sopas, o te gustaba The Cure, Depeche Mode, Tears for Fears y esas ondas, o te gustaba, Guns, Motley, Maiden y Metallica. Los bandos estaban bien diferenciados, y aunque había grados intermedios como Bon Jovy, Poison o Def Lepard, los metaleros eran metaleros y los fresas eran fresas y no tenían mucho en común. Sin embargo ayer (desde hace muchos años), dichos bandos se mezclaban pero no se confundían, las greñas largas, pantalones ajustados y playeras negras eran fácilmente identificables de los atuendos comprados en Zara que pretendían encajar en el kit de identidad de rockero glamoroso. Aquellos metalheads de mis tiempos hubieran pateado algunos traseros y mentado muchas madres, pero fuimos los que compramos boleto para las localidades más baratas a quienes nos la rayaron “Pin-ches pobres, pin-ches pobres”  nos gritaban y eran mucho más enérgicos que el “los trajo su mamá, los trajo su mamá” con los que intentábamos contestarles. Sí, muy lejos quedaron aquellos tiempos y ahora no importa tanto ver a Metallica una semana y a la siguiente desgreñarse con Coldplay.
Algo parecido ocurrió allá por 1991 cuando Metallica se afresó y sacaron el Álbum Negro, donde hicieron al lado a los fans más aferrados buscando reclutar un público masivo, metal que  se tornó aluminio, que ya no era exclusivo de un hermético público de headbangers y de alguna manera definió parte del eclecticismo de la década de los noventas; creo que a partir de entonces hasta se volvió un tanto incómodo que alguien fuera etiquetado como metalero (a menos que realmente lo fuera) y Metallica tuvo gran parte de la culpa de eso.

Las colas eran enormes y no pude evitar recordar las surrealistas formaciones que presenciamos aquellos que fuimos a ver a Roger Waters en el mismo recinto, esperando algo similar (colas para meterse a la cola, filas que daban vueltas en círculo sin poder identificar donde comenzaban o donde terminaban o inclusive su destino, como laserpiente que devora su propio rabo) pero afortunadamente el acceso fue rápido y alcanzamos a escuchar a Mastodon quienes tocan dos tres aunque todas sus canciones pudieran parecer iguales a oídos no entrenados.
La neta hasta a mí me da güeva hablar de lo que siguió con Metallica después de ese lejano, inocente y confundido 1991, los fans de hueso colorado les dieron la espalda, mientras que la agrupación se prostituía por la fama y principalmente por el dinero a tal grado que reaccionaron como perros heridos contra Napster y lanzaron una tercia de álbums infames con un sonido muy distante al de sus grabaciones de los años ochentas. Pero de eso tienen la culpa los fans metaleros quienes no son capaces de asimilar las evoluciones de un género que no es propicio para evolucionar, que quieren que todo suene siempre igual y pocas veces perdonan que alguien busque ser diferente; y si no me quieren creer ahistan los casos de Motorhead y AC/DC que llevan décadas siendo celebrados por hacer el mismo disco una y otra vez. De seguro esa fue una de las razones que llevaron a Metallica a volver a realizar un disco rápido y duro como los de antaño con el Death Magnetic.
La expectación era mucha, la raza impaciente por que comenzara el concierto preferían mirar al escenario que escuchar la carrilla que  todavía estaban tirando los de gradas, quienes se sentían más chingones por tener un boleto más caro y la neta sí, porque se veía mejor y a pesar de la pantallota detrás del escenario, la banda headbanger es más alta que la de otros públicos y el 3 de marzo no está tan chingón para hacer conciertos.
¿Alguien todavía utiliza la palabra hevy?   ¡¡¡¡MEROL!!!!
No es secreto para nadie que un porcentaje muy grande de los estaban ayer al estadio en realidad no eran fans de Metallica , y eso lo intuyó perfectamente James Hetfield quien se cercioraba que la gente tuviera el Kill 'em All y que al menos conociera las rolas viejitas y nos preguntaba si  "Sad But True" era demasiado “hevy” para esta ciudad tan fresa; y pues ni la mayoría tenía el Kill 'em All (chingo a mi puta madre si no) y Guadalajara puede ser fresa pero no tanto (al menos para esa rola), de repente se aliviana.
Pero igual ellos tocan para todos, conocen su show, conocen su público y el setlist estuvo chingón, aunque de seguro todos nos quedamos con ganas de escuchar alguna que no tocaron : 3 rolas del  Ride The Lightning, 3 Kill 'em All, 2 del And Justice y otras 2 del  del Master Of Puppets para los pocos fans sobrevientes de los ochentas quienes aun los respetan y que ahora son unos señores que hasta llevaron a sus hijos al concierto, además de los nuevos metaleros adolescentes (que es la mejor edad para escuchar metal como chingados no) y la abrumadora mayoría que se prendió escuchando el Álbum Negro del que tocaron 4 rolas, igual número que las del Dead Magnetic; afortunadamente no tocaron ninguna de aquellos discos de cuyo nombre no me quiero ni acordar.
No sé si es muy objetiva mi apreciación pero me pareció que la sonorización no fue la mejor, mi oído percibía desniveles en el sonido; guitarras y baterías que a veces se escuchaban estruendosas y de repente  se ocultaban detrás de otros sonidos, aunque dicen que rumor del concierto podía escucharse hasta a 15 minutos de distancia (en carro) del estadio. Y no puedo echarle la culpa al recinto porque me consta lo cuadrafónicamente chingón que puede escucharse un concierto como lo demostró Roger Waters. Durante una canción (no me acuerdo cual fue), la cámara enfocaba los rostros de los asistentes de primera fila quienes aprovechaban su aparición en pantalla para poner su pose más ruda, mostrando los dientes, la lengua, fingiendo los ojos llenos de furia y no podía faltar la mano con cuernos y no pude evitar sentir un poco de pena ajena.
Y pues los fuegos artificiales y las flamas de lumbre que brotaban del escenario en los momentos cumbres del concierto mientras tocaban Master of Puppets, One, Nothing Else Matters y Enter Sandman y los efectos de cámara en la pantalla (que también era de resolución inferior a la de Waters, pero ya estuvo con ese guey, para este momento ya debieron de haberse dado cuenta que “lo mamo” mucho más que a los trashers de San Francisco) durante un duelo de requintos entre Hetfield y Hammet (que es una verga por cierto) con sus guitarras perrísimas, haciendo un despliegue de energía que desgraciadamente no se reflejaba en la tribuna ya que había muchas personas que se veían serios o con sueño, como si ya quisieran que el concierto terminara, o los que se molestaban porque alguien se ponía a brincar y el inevitable contacto por la proximidad, que se asemejaba a los cigarros de una cajetilla, los sacara de su sopor, o sea, están en un concierto de ROCK, no se emputen si alguien se prende.

Puedo afirmar sin temor a equivocarme que el día de ayer presenciamos el concierto de metal más grande en la historia de Guadalajara. Al menos en lo personal yo le cumplí un sueño a aquel adolescente que fui, que escuchaba hevy a todo volumen en sus walkman sport amarillos.
 Cuando terminó el concierto algunos imbéciles que le calleron directamente de la chamba y no fueron buenos ni para quitarse el saco y la corbata seguían aferrados a echarnos carrilla por nuestras localidades y gritaban “Se les va el camión, se les va el camión” como si estuviéramos en las luchas, pero lo peor de todo es que era cierto. Total, la noche era larga, así que me regresaría caminando a mi casa.