lunes, 31 de mayo de 2010

LOSTIE

Nunca fui muy seguidor de las series de televisión. Cuando morro recuerdo que me gustaban los Dukes de Hazard y El Auto Increíble y esas series que daban en el canal 5 pero las veía de vez en cuando, además que dichos programas no te exigían fidelidad y podías ver cualquier capitulo sin orden específico ya que eran autoconclusivo y no había una continuidad condicionara el desarrollo del programa. En cambio las novelas si te exigían vigilar la historia para poder entenderla; aunque en mi descargo, confieso haber visto pocas, recuerdo que me quemaba Cuna de Lobos y una de Edith González que no me acuerdo como se llamaba y que comencé a ver porque unos primos me dijeron que se la cogían. La última novela que recuerdo haber visto fue Muchachitas y afortunadamente nunca vi Beverly Hills 90210 ni Melrose Place que eran prácticamente obligatorias en los noventas. Así que, para fines de este post, hablaré de aquellos programas televisivos cuya historia se desarrolle hacia a algún lado y no se limite a contar las aventuras de los personajes protagónicos.
Y así se fueron mis años televisivos (Se me olvidó mencionar que sí vi completa y un par de veces Los Años Maravillosos que es buenaza) y más bien lo que me gustaba (todavía) eran las caricaturas y las películas, hasta que llegó Lost.
Por supuesto que Lost no fue la primera que generó tal hype, recuerdo que poco antes The X Files causó  algo similar y han existido varias series de culto mucho antes que esta, la infalible Star Treek, Dr Who (de la que tengo vagos recuerdos en mi temprana infancia), El Fugitivo, Twin Peaks (la cual no he visto, pero si vi FireWalks With Me ¿Qué no es lo mismo?) y Buffy La Cazavampiros (esta última todavía no me la creo que se catalogue como de culto) entre otras.
Comencé a ver Lost gracias a los buenos comentarios que se gestaron en la red y al poco tiempo comenzaron a pasarlos los martes en AXN. Me convertí en fan desde el primer capítulo y mis recomendaciones y alabanzas fueron tales que lograron contagiar a mis papás y hermanos que no dudaron en comprar los discos de las temporadas (que ya estaban en manos de los piratas [y los que descargan las series de internet]  ya que hasta antes de ésta última temporada, debido a las diferencias de fechas de transmisión entre Latino América y Estados Unidos, las tenían mucho antes de que las transmitieran en México) y durante todos los años que duró la serie tuve que batallar con todos los que ya la habían visto para evitar que me la contaran.
Aunque tengo que confesar que yo también vi una de las temporadas en discos piratas (que me prestó mi mamá) debido a que, no me acuerdo por que compromiso, no podía verla los martes por la noche, y me percaté de las ventajas de ese formato: no hay comerciales, los puedes ver el día y a la hora que quieras y antes que los demás, y el mejor de todos, no tenía que esperar una semana completa para ver qué es lo que seguía. Varias veces me sorprendí a las tres de la mañana viendo la televisión, se me había ido la noche mirando un capítulo tras otro, todo emocionado.
Sin embargo soy old school, y ver programas de televisión en una transmisión de televisión tiene cierto encanto. A mí me fascinaba esperar los martes para ver el siguiente capítulo de Lost, los comerciales que entran el momento menos oportuno cortando el ritmo de la serie pero poniéndole un adecuado suspenso que me llenaba de ansias para que reanudaran las transmisión, y al final de cada capítulo, era una especie de ritual esperar a que terminaran los créditos, que saliera el monito de Bad Robot y luego dieran el adelanto del siguiente capítulo. Inclusive el torear a quienes ya habían visto la serie me parecía interesante.
No sé, creo que Lost y 24 han sido las series más populares de los últimos años, y además han cambiado el formato de verlas ya sea por la piratería o por descargarlas de la red y esto me lleva a pensar en el futuro de la televisión.
Yo no estoy a favor de la piratería y lo único que descargo de la red es pornografía (que gracias al streaming ya ni siquiera es necesario descargarla) y música. Me gusta ver las películas en el cine aunque tenga que esperar mucho tiempo para su estreno; en cuanto a la música pues gracias a que los artistas ya no ganan tanto con la venta de discos, ha sido posible que muchos grupos muy chingones visiten nuestro país y hasta vengan a nuestra ciudad y se construyan espacios dignos para tales eventos, lo que hace 10 años era inimaginable, y por donde quiera que lo veamos, nosotros, la audiencia salimos ganando. Sin embargo ¿De qué manera afecta a la televisión, la piratería y el compartir material por la red? No lo sé, supongo que mucho. El principal medio de la televisión para obtener ganancias para producir series tan chingonas como Lost, Seinfeld o los Simpson, es a través de los comerciales y nunca va a ser posible que vengan los actores de Lost a mi ciudad para interpretar la serie en vivo. Con las películas sucede lo mismo, no se pude.
Pero seamos realistas, ese no es nuestro problema (la única forma en que justifico la piratería es porque le da trabajo a miles de personas que de otra manera no lo tendrían) y suertudos nosotros que vivimos en una época donde la internet nos permite tener todo lo que queramos  a dos clicks de distancia sin gastan un solo centavo y yo no estoy pidiendo que cambiemos eso que es algo verdaderamente maravilloso. Es chamba de las productoras, de las labels discográficas, de las cadenas de televisión, el encontrar otros medios para hacerse de recursos y seguir haciendo negocio con tan fantásticas series, discos y películas. A mí, así de botepronto lo que se me ocurre que pasará, es que comenzarán a transmitir las series en internet, libres para que pueda descargarla cualquiera pero con comerciales incluidos, ya si los hackers quieren quitárselos pues se tardarán su tiempo y perderán uno de los mayores valores agregados que tiene el descargar material de internet, la inmediatez.
Con el cine, pues estamos viviendo una nueva revolución:  El 3D, no hay ninguna ventaja (más que la económica) en descargar películas sobre verlas en una sala de cine en formato 3D, ninguna y háganle como quieran, cómprense una pantalla de LED con un mega home theater y lo que quieran, pero nunca se va a equiparar al ver una buena película en una sala llena y compartir emociones en un recinto cinematográfico con formato 3D.
Bueno, creo que me alejé de lo que quería comentar inicialmente que era sobre el final de Lost, pero supongo que ya mucho se ha dicho y no creo tener algo nuevo que decir. A un montón de gente no le gusto y a otro montón sí.  Mi opinión personal es que a mí sí me gusto, me gustó haber transcurrido todos estos años siguiendo las aventuras de los sobrevivientes del Oceanic 815, me agüité cuando se murió Charlie, y cuando Juliette se cayó al pozo, cuando se ahogaron Sun y Jin, me cagaba de risa cada que Hurley decía alguna pendejada (de Star Wars principalmente) y los apodos que a diestra y siniestra  les ponía Sawyer a quien se le atravesara, brinqué de emoción cuando implosionó la escotilla, mi capitulo favorito fue cuando Desmond viajó en el tiempo (una joya, la neta),  me gustó que hayan metido ese dramatismo cursi y hasta telenovelesco en el capítulo final, que con remiendos en la historia (¿Qué pasó con Walt? Al principio parecía que tendría una parte super importante) e incongruencias narrativas, explicaciones esotéricas y todo lo que quieran, y sí, no se explicaron muchas cosas, pero hasta eso se me hace chingón porque aun terminada la serie seguimos elaborando  teorías sobre lo que ocurrió y las compartimos con otros Losties y creo que las expectativas se elevaron a niveles nunca antes vistos que sobrepasaron la realidad, creo que a final de cuentas, la imaginación colectiva superó a la de los guionistas.
Lost fue una combinación de una serie de acción combinada perfectamente con dosis de drama y comedia (algo así como una película de ciencia ficción y otra de suspenso, con una novela y con un sitcom mezclados en una licuadora)
Epilogo:
Afortunadamente, no creo que alguien vaya a animarse a hacer una película de esta serie; es infilmable, y la dejarán inmaculada para la eternidad… Aunque, mi teoría es que hay probabilidades de una continuación, ya que cuando Jack entra donde está la luz y aparece en el mismo sitio donde apareció Anti Jacob, es de suponerse que también adquirió la capacidad de convertirse en humo negro y así como Hurley asumió el papel de Jacob en la Isla, Jack tomó el papel de Anti Jacob, por eso es que fue el último en llegar al “funeral” donde transitarían a otro estado de conciencia, por todas las cosas malas que va a hacer en la continuación de la serie, además que todos nos quedamos con ganas de ver cómo le hace Desmond para salir de la isla.

Este post contiene leves spoilers pero ya paso el tiempo prudente para ver el capítulo final.

lunes, 17 de mayo de 2010

Antes que el pasado nos alcance






“Para que nos hacemos pendejos, seguramente esta va a ser la última vez que nos veamos.”  Esto o algo por el estilo fue lo que dije hace como 15 años en la última reunión que tuve con mis compañeros de la prepa, lo cual había sido verdad hasta este pasado sábado.
De esa última reunión tengo muy pocos recuerdos, de hecho ni siquiera recuerdo haber dicho esas palabras (aunque para nada lo dudo). Creo que fue por aquellos tiempos cuando en mi afán existencialista, me enfoqué tanto en vivir al día que no fui capaz de atesorar recuerdos. Por eso es que escribo esto hoy, porque no quiero pasar por mi vida sin dejar constancia y para eso sirve el blog ¿Qué no?

Desde que salí de la prepa no había visto a mis compañero, si a caso algún encuentro fugaz con un par de ellos, pero no había pasado de ahí. De hecho eso mismo me ha pasado en todos esas etapas de mi vida, de no ser por el facebook, no tendría noticias de mis compañeros de la secundaria, (aun no he encontrado a uno solo de la universidad), con los de la prepa a penas los acabo de encontrar y a los de la primaria, ni hablar. No sé qué conclusión sacar de esto, creo que por un lado dice de mí que soy una persona que cierra ciclos de manera completa y tajante y que a la vez no deja mucho rastro del pasado, no sé, que tal vez soy un cabrón muy desapegado e incapaz de formar relaciones humanas duraderas.
Últimamente me he juntado más o menos seguido con mis compas blogeros (que más bien se han convertido en compas twitteros) y poco con los que han permanecido de antaño, aunque por cierto, el viernes estuvo chido con MiriamErandi, Jimmy, Brenda y Claudia (excompañera de la universidad a quien me tope por casualidad al compartir amigos comunes) y pues si me daría aguite, por ejemplo, que con mis amigos de antaño me pasara lo mismo que con los de la prepa y la secundaria y la universidad, que de repente dejara de verlos y pasara años sin saber de ellos; sé que soy capaz de hacerlo.
El sábado por la noche quedamos vernos en un lugar llamado El mil amores, no sé si sea fresón (a mí sí se me hizo) y no tengo la menor puta idea de cuales sean los lugares fresones o de moda. Salí un poco después de la hora señalada ya que a pesar de que según yo me gusta la puntualidad, tengo la extraña idea de que llegar tarde a las reuniones me da un toque de elegancia, distinción e intriga (o algo así de mamón). En el camino me encontré a un bato que caminaba por la calle completamente desnudo, no traía ni calcetines, pensé en pararme para tomarle una foto, pero pues naaa, que culero me vería, y luego pensé en hacerle un paro, darle ride o algo así, pero pues tampoco me animé a subir a un bato encuerado a mi carro y me quedé con la curiosidad de saber qué onda con el bato, pero para mí consuelo, me quedo con la hipótesis sugerida por el Morcillo, el bato se comió un LSD y se iluminó, se despojó de sus ataduras materiales y salió a la calle a difundir la verdad universal.
Interludio
Chale, como me caga que me interrumpan cuando estoy escribiendo, me corta todo el vuelo y me dan ganas de dejar el escrito así como quedo y a la chingada, y este post corre el riesgo de terminar aquí.
Fin de interludio
Al llegar al lugar ya estaban varios de mis compañeros, la verdad me dio mucho gusto verlos, la mayoría siguen más o menos como los recuerdo, tal vez un poco más gord@s, más pelones, mas arrugados, pero pues fue como si todos los años cayeran de zopetón; algo así como cuando el Ashton Kutcher (lo escribí bien y a la primera) se aclimata a los cambios que modifican en el flujo del espacio-tiempo en el Efecto Mariposa, y pues lo clásico, buena charla recordando las aventuras que tuvimos, las pintas, las pedas, los viajes, las viejas, las novias, quienes nos gustaban y nunca nos atrevimos a decirles, y así.
Una de las cosas que me ocurrieron en la prepa es que realmente odiaba mi escuela, nos hacían llevar un horrible uniforme obligatoriamente, la escuela era de inspiración cristiana y se reflejaba en la mentalidad mocha, conservadora y cerrada de muchos de los maestros quienes protegían y favorecían a un grupito de imbéciles de la selección de futbol quienes se supone que eran los “populares”, y creo que fue ahí cuando me cambié al bando de los nerds. De hecho muchos de esos imbéciles, tenían un equipo de fut donde yo jugaba y cuando nos tocaba contra ellos era como si jugara contra el américa, para mí.
Yo pensaba que la reunión serviría de escaparate para presumir los logros que hemos obtenido, cuánto dinero tenemos, el carro que manejamos y el éxito material que hemos alcanzado, no sé, una especie de comparación sobre a quién le fue mejor en la vida; pero afortunadamente no fue así (dicen quienes ya han pasado por esto, que es en las posteriores reuniones cuando salen a relucir estos aspectos) y pasaron los vinos y las cervezas y las pizzas poniéndonos al tanto en cosas más personales. La música, que no sé si sea casualidad o premeditado, era pura música noventera de la jodida, onda tipo Saturday night di di di dara da da da, be my baby, y Ace of Base y mamadas de esas.
Ya con más alcohol en la sangre estaba prendiéndose la idea de ir a un antro pero pues nel, pinches antros me cagan y como que no está chido meterse a un sitio donde apenas puedes platicar, y fue ahí donde me di cuenta de lo diferente que era de todos ellos. Mis compañeros son de esos que cantan “Ya no quiero, de ti nada, VETE MUCHO A LA CHINGADA” cuando le bajan al volumen en esa horrible canción de Cristian Castro y escuchan pura música basura como la mayoría de la gente pues, o sea, son unos gueyes normales. La neta no me gusta pensar así, porque hay veces que me siento que, porque escribo y escucho música que no le gusta a la mayoría (aunque la verdad no me considero muy hipster en mis gustos musicales, de hecho soy más bien clásico, old school), no sé pues, que soy más especial por no ser igual que los demás, por clavarme más en la textura y tratar de justificar el significado de mi existencia y no nomas vivir por vivir, y la neta no quiero menospreciar a la gente por lo que escuchan o leen o la manera en la que viven sus vidas. Creo que eso es algo parecido a juzgar a la gente por sus logros materiales.
Se me hizo chingón que mis compañeros me recordaran por cosas específicas de mi personalidad que me da gusto tener; debido a mi inseguridad y complejo de inferioridad (con delirios de grandeza, como bien me diagnosticó alguna vez el Perro) yo pensaba que no había tenido ninguna clase de influencia o huella en estas personas, pero pues si deje algo de mí en ellos y me sentí culero haber pasado todos años estos sin siquiera haberme acordado de ellos.
La noche terminó hasta que nos corrieron del lugar y está el plan de hacer otra reunión a la que pienso volver a asistir.


jueves, 6 de mayo de 2010

Hablar con extraños


A veces me sorprende la capacidad que tengo de odiar a las personas. Hay días en los que no soy capaz de tolerar a nadie y hasta yo mismo me caigo gordo. No es algo de lo que me sienta orgulloso, de hecho hasta he llegado a sentir miedo de la oscuridad y maldad que puede albergar mi corazón ya que, según yo, me considero de los “buenos” y trato de llevar mi vida lo más honestamente posible; no me estaciono en lugares prohibidos y aunque camine más (a veces, mucho más) busco un lugar donde pueda estacionarme; como buen tapatío, también soy un cerdo para manejar, pero dentro de lo cabe, procuro darle su lugar al peatón y ciclistas para cederles el paso; no suelo comprar piratería, no tiro basura en la calle y en general trato de no hacer todas esas transas que distinguen al mexicano, ya que según yo con eso pongo mi granito de arena para cambiar este puto país (que estoy consciente que requiere mucho más esfuerzo que las futilidades que estoy haciendo, pero por algún lado debemos de empezar).
Pero no me gustan esos días en los que quiero que todo le salga mal a todos y que creo que nadie es lo suficientemente bueno para esta vida y así, y como por experiencia propia, sé muy bien que de nada sirve el simple hecho de darte cuenta de las cosas e intelectualizar mi comportamiento si no hago nada al respecto, lo que he comenzado a hacer para contrarrestar esa situación es ser amable con todo mundo y sacarles plática a las personas a pesar de que no las conozca.
A los mexicanos nos gusta decir que los gringos y europeos son fríos de carácter y que en México se puede sentir la calidez hospitalaria y esas ondas, pero la verdad yo no creo que sea así. Me gusta recordar como en Estados Unidos la gente me sacaba plática mientras hacía fila para las compras en el super, igual y eran puras pendejadas como el clima y eso, pero rara vez me ha pasado aquí en México, de hecho muchos de nosotros ni siquiera conocemos a nuestros vecinos, al contrario, los mexicanos nos la pasamos viendo como nos chingamos al prójimo y cuidándonos de que no nos chinguen a nosotros.
Y pues básicamente eso es lo que he estado haciendo, saludar a las personas en la calle, desearles las buenas noches o los buenos días (las buenas tardes no), saludo con una sonrisa a los niños chiquitos que se me quedan viendo y cuando veo a algún conocido, no me hago pendejo y finjo que no lo he visto por evitarme la hueva de saludarlo o platicar con él y si mi conocido se hace pendejo trato de que sea obvio que yo sé que se está haciendo pendejo. No creo que esa técnica haya funcionado pues sigo teniendo rencor contra la humanidad, pero al menos se han ejercitado mis enclenques habilidades sociales.
Tengo la teoría de que todo es cuestión de hábitos, y creo que repitiendo ciertos hábitos llegará el momento en que terminemos creyéndolos. Por ejemplo yo antes odiaba los lunes, todos los lunes sin falta, me despertaba malhumorado sin ninguna razón, renegando y con jeta de pocos amigos que se me venía quitando hasta que salía de mi trabajo. Ya todos sabían que los lunes andaba de malas, cuando alguien me preguntaba como estaba, invariablemente decía “mal”, y el día que me decidí a cambiar eso, comenzó por fingir una sonrisa, por contestar que estaba “bien” aunque no fuera verdad y hacía las cosas con una falsa alegría que con el paso del tiempo se volvió sincera y adquirió significados que no sabía que tenía. Ahora, yo que creo en los ciclos, los lunes representan para mí un buen momento para comenzar algunas cosas (las semana por ejemplo, jejejeje) y dejar las pendejadas atrás. Se me ocurre esto porque este jueves tiene un sabor a lunes que no puede con él.
Bueno ya hablando de otras cosas que quiero platicar es que ayer fui a ver Donde viven los Monstruos, una película a la que, en un principio, tenía muchas expectativas y después bajaron por los suelos y así fui a verla.  Spike Jonze es uno de esos directores que tanto gustan a la banda hipster quienes le celebran todo lo que hace (algo así como a Tim Burton y Wes Anderson); claro que sus anteriores películas están chingonas pero no es lo mismo un film cuyo guión no es de Charlie Kaufman que hacer videos de bandas fregonas como los Chemical Brothers (ese donde Sofia Coppola está en una competencia de gimnasia), Breeders, Weezer, Björk, Sonic Youth, Beastie Boys, Fatboy Slim, los Yeah, Yeah, Yeahs, siendo Karen O su actual vieja y quien colabora estupendamente con el soundtrack de esta película.
Donde viven los Monstruos es una película extraña, trata sobre la malevolencia innata en los niños, la soledad y el escaparse al mundo de la fantasía y como salir de ella en el momento justo para alcanzar un plato de sopa caliente. Está basada en un cuento infantil del mismo nombre que pueden leer más adelante, y que como no es fácil adaptar un libro de 20 páginas a una película de hora y cuarenta, está aderezada con muchas ondas personales.
Ahora, la película se encuentra a medio camino entre una cinta infantil y una película madura que pretende tener cierta profundidad, pero desde mi punto de vista, no funciona completamente en ninguno de los dos ámbitos. Las comparaciones con El Fantástico Mr Fox son inevitables, dos directores considerados “de culto” realizando películas infantiles utilizando métodos de animación y efectos especiales tradicionales, sin abusar del CGI; Wes Anderson salió mejor librado, entregando una de las películas infantiles más fabulosas de los últimos años, mientras que la de Jonze, creo que es oscura y no trascenderá mucho más allá del público que tiene rendido a sus pies.
Sin embargo no es una película mala, ni me pareció aburrida como me habían comentado quienes la vieron pirata o la bajaron de internet ya que tardó mucho tiempo para salir en cartelera.  Los actores que personificaron (Forest Whitaker, James Gandolfini, entre otros)  a los monstruos adquirieron una personalidad propia y no solo pusieron la voz, sino que se metieron en las botargas para darle vida a los mupets (animatronics creo que les llaman) de la película.
Creo que no hay mucho más que decir sobre esta cinta, ¿Qué si vale la pena verla? Yo digo que sí, aunque con la advertencia que no es una película lograda del todo.
Como dato curioso, en Lost in Translation, el papel del esposo de Scarlett Johansson está basado en Spike Jonze.


Ahora, el cuento original en el que se basa esta película


DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS


de Maurice Sendak


La noche que Max se puso un traje de lobo y se dedicó a hacer travesuras

de una clase y de otra

su madre le dijo: “¡ERES UN MONSTRUO!”
y Max le contestó: “¡TE VOY A COMER!”
y lo mandaron a la cama sin cenar.



Esa misma noche, nació un bosque en la habitación de Max



y creció




y creció, hasta que había lianas en el techo
y las paredes se convirtieron en el mundo entero



Y apareció un océano con un barco particular para él.
Y Max se marchó navegando a través del día y de la noche



Entrando y saliendo por las semanas, saltándose casi un año.
¡Hasta llegar a DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS!


Y cuando llegó al lugar en donde viven los monstruos
estos emitieron unos rugidos terribles
y crujieron sus dientes terribles
y lo miraron con ojos terribles
y le mostraron sus garras terribles
Hasta que Max les dijo "¡QUIETOS!"
y los amenazó con el truco mágico de mirar a los ojos amarillos de todos ellos sin pestañear una sola vez





Y se asustaron y dijeron que era el más monstruo de todos y le hicieron rey de todos los monstruos



"Y ahora" dijo Max "¡QUE EMPIECE LA FIESTA MONSTRUO!"














"¡SE ACABÓ!" dijo Max
y envió a los monstruos a la cama sin cenar

Y Max, el rey de todos los mostruos, se sintió solo

y quería estar donde alguien le quisiera más que a nadie



y entonces, desde el otro lado del mundo, le envolvió un olor de comida rica
y ya no quiso ser el rey del lugar donde viven los monstruos

Pero los monstruos gritaron "Por favor no te vayas, ¡te comeremos, te queremos tanto!"

Y Max dijo "No"

Los monstruos emitieron sus rugidos terribles
y crujieron sus dientes terribles

y lo miraron con ojos terribles
y le mostraron sus garras terribles

Pero Max subió a su barco particular y les dijo adiós con la mano



Y navegó de vuelta saltándose un año,
entrando y saliendo por las semanas
atravesando el día,
hasta llegar a la noche misma de su propia habitación





Donde su cena le estaba esperando y todavía estaba caliente.