viernes, 22 de octubre de 2010

Halloween 2010

En 2007 todo comenzó como un juego





En 2008 no quisiste salir de casa 




En 2009 conociste el ¡¡¡¡¡¡TERROR!!!!!!









¿estas listo para este 2010?



Proximamente...
Solo en Guanatos City Rocks





miércoles, 20 de octubre de 2010

PIXIES LIVE IN GUADALAJARA

Me gusta que me sigan emocionando cosas sencillas como ir a un concierto, sentir ese nervio que se combina con ansiedad y expectación, checar los setlist de las presentaciones anteriores para ver más o menos qué  van a tocar y ya de plano si eres un obsesivo como yo, hacer una lista de reproducción para tripearte como si ya estuvieras ahí.

Pero ahorita siento que las palabras salen sobrando, que todos los que estuvimos ayer en el auditorio Telmex sabemos que una energía fluyó anoche, por lo menos yo terminé exaltado y con una especie de rush emocional por haber visto a unos de los héroes de mi adolescencia, los Pixies.

Pero creo que me iré un poco atrás, porque no puedo dejar pasar el hecho de que el sábado por la noche también vi a Arcade Fire.

I need some darkness someone please cut the light

Ni las cumbias de la fiesta familiar en la que estaba, ni las cortesía sociales, ni el alcoholímetro y mucho menos el whisky que bombeaba como gasolina en mis venas me impedirían ver a Arcade Fire, así que pisé el acelerador a fondo para poder estar cuanto antes en el Teatro Estudio Cabaret la noche del sábado.
Eran las 9:50 y los canadienses ya iban por la 8 canción cuando llegué. Sonaba Crown of Love mientras buscábamos nuestro lugar y mi sangre hervía de coraje por haber llegado tarde, por la puntualidad de Ardade Fire, por no poder echarle la culpa a nadie.



No pude disfrutar el concierto como era debido, la gente brincaba y coreaba las canciones que pareciera que fueron creadas para cantarse en estadios, pero que gracias a las bonanzas de la etiqueta indie que pretende desmitificar la figura del rockstar, los teníamos a solo unos cuantos metros de nosotros en uno de mis foros favoritos de esta ciudad.

Traté de entregarme a su música pero no pude, el concierto transcurrió demasiado rápido para mí y terminó cuando apenas yo comenzaba a soltarme.

Solía criticar a quienes se la pasaban todo el concierto con sus cámaras y celulares grabando sin prestar mucha atención a la música y lo sigo haciendo, pero después de ver unos videos que pasaron y bajé directamente de una cámara Sony Carl Zeiss y poder revivir aquello de lo que fui parte, pero me perdí, es genuinamente invaluable.

Lo bueno de los videos que tengo es que el audio se escucha muy bien y no hay alguien a un lado gritando desafinado las canciones (no sé si porque no se las sabían o porque no se prestaban) pero el sonido de las grabaciones salió casi limpio y la cercanía del escenario más la nitidez de la imagen le dan un valor extra que el simple hecho de tener un recuerdo borroso y mal grabado por un celular.

 Ahora que veo los videos puedo percibir ese sentimiento que estaba nublado por el coraje, revivo la emoción y me traslado a esa noche del sábado donde las cosas pudieron haber sido diferentes y en lugar de incubar el coraje te hubiera besado y abrazado mientras sonaba Tunnels o algo así.

Pero el hubiera no existe (aunque pudo haber existido)  y el siguiente día siempre es buen día para comenzar de nuevo. Algún día los volveré a ver, lo juro.



¡Di algo, lo que sea!

Lunes de encargos, Anuar despierta enfermo y no va a la escuela, me olvido de avisar que vayan a recogerlo, mi televisión descompuesta y visito muchos lugares pero las cotizaciones no bajan de precio, había quedado de ir con mi padre para llevarle una computadora, ni en pedo llego, bueno, al menos podré recoger a Miriam, le marco para avisarle pero el teléfono se quedó sin pila, cuando por fin puedo cargarlo todo el día parece haberse ido al carajo para mí, quedando mal con todos. Una llamada de teléfono diciéndome que hay un boleto de James con mi nombre, y de repente las cosas comienzan a cambiar, hornazo en el coche, una fila kafkiana que no avanzaba a ninguna parte porque el ingreso al Teatro Diana estaba restringido por el tardío soundcheck de la banda, incomodidad por estar parado y la operación de mi rodilla, entonces me acerco a la puerta para pedir que me dejen entrar al lobby e irme acercando a las escalera y no tardar una eternidad en subirlas, pero inesperadamente nos hacen ingresar por el elevador y tuvimos sitio preferente (primera fila del primer balcón) para ver a James.

Soy honesto, de ellos no conocía más de 5 canciones y después de un inicio de rolas que no podía identificar, extrañamente (para mí) la gente las coreaba bien prendidos, bailando mientras Tim Booth se apoderaba, no solo del escenario, sino de todo el recinto ya que llevaba su voz ( la cual sigue siendo magnifica y todavía alcanza las tonalidades de hace varios lustros)  y su persona por en medio del teatro, caminando entre la gente sobre las butacas, cantándole a las hermosas chicas tapatías, sometimes when I look in your eyes I can see your soul, y parecía que podía verles el alma.


Algo que me llamó mucho la atención era la clase de gente que estaba en Diana esa noche, no era el clásico treintañero que venía a recordar épocas pasadas (bueno, o sea, esa era el público abundante) sino mucha banda fresona, pero de esos gueyes y morras que hablan como los de RBD, sas como oooey, y auténticos yuppies de la onda de Patrick Bateman.

Me toco hasta ver a un bato que, parado con los ojos cerrados mientras escuchaba la música, hacía movimientos con sus manos, como si agarrara el aire y lo jalara hacia él y doblaba sus manos por detrás acompañando con sus brazos la música. Buen nivel traía ese master. Cuando una banda puede causar ese estado, independientemente de si te gusta o no te gusta, merece todo mi respeto.

If men is five then the devil is six

Arcade Fire y James realmente fueron un preludio para este concierto. Una banda a la que no soñé nunca ver, quienes ya se habían desintegrado cuando yo los conocí, una  banda que sentía que era solo mía (aunque claro que yo todavía sigo coleccionando grupos que componen sus canciones exclusivamente para mí y que solo comparto a personas especiales) y me lamentaba el no haber tenido la edad suficiente para vivir en el mismo momento que ellos, una banda llamada simplemente Pixies.

Ya había escrito lo que Pixies significan, no hay mucho más que agregarle; surtidos con unas carlsberg que vaciábamos en el tráfico intenso de la avenida Américas, sospeché que la mayoría de los autos iba al concierto, pero al llegar al estacionamiento estaba fluido y nos tocó un lugar relativamente cercano al Auditorio.

Me sentía muy emocionado, los días anteriores me había negado a leer sobre sus actuaciones en el Teatro Metropolitan y en el Corona Capital Fest, solo sabía que tocaban más de 25 canciones y que usualmente tenían dos encores . La verdad Pixies es un grupo de los que me gustan casi todas sus canciones, de quienes seguido escucho todos sus discos en una sola sentada y estaba dispuesto a escuchar lo que sea sin solicitar ninguna canción (más que The Happening o Alec Eifel pero son canciones que no suelen tocar), dispuesto a entregarme completamente al espíritu del Rock and Roll.

A estas alturas está de más decir que mucha gente iba al concierto porque les gustaba la de “Where's my head” (sic) , pero en realidad a mí no me molesta, al contrario, me da gusto que la gente considere a los conciertos como una alternativa de vida nocturna diferente a refundirse en un antro para empedarse. Claro que me da coraje que se agoten los boletos porque hipsters y villamelones no pueden perderse EL evento donde hay que figurar y es bien fácil criticar al hipster o al villamelón desde un blog o decir necedades en twitter y facebook, nos sentimos con el derecho de juzgar a quien asiste a un concierto de una banda que no conoce o que solo ha escuchado una canción, pero imaginemos lo siguiente. Corre el año de 1993, en una revista leíste que a Kurt Cobian le gustaban un chingó los Pixies y que sus canciones eran copias de ellos, sus palabras llaman tu atención y como sea investigas sobre la banda, buscas en casa Wagner, Musical Lemus, Discotecas Aguilar y nada, hasta preguntas en el Quinto Poder y ahí si los conocen pero te mandan a la verga porque no venden esas mamadas, entonces ubicas a alguien quien te rola un casette mal grabado con una sola canción que te encanta, que no te cansas de escuchar y ¡así de repente anuncian que esa banda va a tocar a tu ciudad! ¿Dejarías de ir porque solo conoces una canción?


Habiendo de todo tipo de personas en un sitio tan grande como el Auditorio Telmex, me formé para compara cerveza, muchas personas de mi edad, lamento decir que las chicas y chicos de mi generación no envejecieron con dignidad (con sus excepciones, claro) aunque tampoco recuerdo que hayan sido muy bonitas tampoco, basta con comparar con la calidad de chicas que se vieron en el de Arcade Fire.
Cuando comenzaron los acordes de Bone Machine abandoné la fila de la cerveza y corrí a mi lugar, mis favoritas del concierto de anoche fueron las mismas favoritas de los discos (Debaser, Wave Of Mutilation, Monkey Gone To Heaven, Hey, Gouge Away, Velouria, Caribou, U-Mass), y es que la música de Pixies es simple, contundente, no es difícil que en directo suenen como en los discos.

Sí, los años han pasado, Frank Black ahora tiene lonjas en la nuca y Kim Deal no puede con su marimachismo, Joy y Love nunca pintaron en la banda y a pesar que se niegan a sacar un nuevo disco como Pixies (Breeders y Black Francis no tiene más de años que lanzaron nuevos materiales) solo tocan por roer el hueso con sus canciones viejitas, a pesar de que siempre han sido unos ñoños y unos nerds, sus música es poderosa, sus canciones extrañamente pegajosas, y qué más, son los Pixies

Lo bueno de que ahora vienen grupos que no esperamos nunca que vinieran es ¿Qué tal que en una de esas viniera Beck y les abriera Breeders?

miércoles, 13 de octubre de 2010

All I Have To Do Is Dream


En este momento no soy capaz de recordar lo que sueño. He desarrollado una teoría donde relaciono lo que llamamos el “no soñar” con el uso de mariguana, y según yo tiene que ver con que en el tiempo en que dura la pachequez, el cerebro hace algunas de las funciones que suele realizar mientras dormimos, por lo que en los periodos de sueño, nuestro cerebro ya no tiene nada que decirnos y simplemente se va en blanco. Por supuesto que no soy nadie para decir esto y no tengo ningún sustento teórico y solo estoy hablando por hablar a lo pendejo, como el Cardenal y su compadre del alma, Emilio.

Anuar me dice que él siempre sueña en caricaturas, no sé si se refiera a que mientras duerme se retransmiten las caricaturas que él ve en la televisión con historias alternativas o si las imágenes que se pasa mientras duerme son como los sueños típicos pero protagonizados por personajes animados.
 Afortunadamente yo si he soñado, lo sé porque cuando despierto a media noche para ir al baño, se está transmitiendo una película que continúa una vez que regreso, pero desafortunadamente no soy capaz de recordarlos.

Generalmente me acuesto con una idea en la cabeza que voy desarrollando, algo así como trasladar mis sueños de la vida real (metas, objetivos, propósitos, planes) al mundo onírico. Por ejemplo, pienso en los sueños animados de Anuar y pienso en las cosas que él hace, sus dibujos, sus animaciones en flash y las secuencias de fotos y lo veo como un joven de veintitantos años trabajando en Pixar, y cosas así. Otras veces me acuesto pensando en los pendientes de mi trabajo y caigo dormido y comienzo a resolverlos. Que pendejo, ya sé, les estoy trabajado de a gratis a mis empleadores en mis horas de descanso. Otras veces, que son las que más disfruto, es cuando hay algo que tengo muchas ganas de hacer, que es lo que yo llamo sueños reales, y me refiero más bien a las objetivos de vida que nos planteamos, y disfruto mucho soñando el proceso para alcanzarlos y como hasta saboreo los frutos cosechados.

Durante la universidad dormí demasiado, todos los días me despertaba alrededor de la 1:00 pm, esos fueron años borrosos en los que pocas cosas aproveché, años desperdiciados. Lamento especialmente aquel  13 de Diciembre hace muchos años, cuando cayó una improbable nevada en la ciudad de Guadalajara. Yo dormía plácidamente envuelto en mis cobijones San Marcos cuando mi mamá llegó a despertarme porque estaba cayendo nieve, amodorrado, incrédulo y con desgano, me levanté para ver por la ventana de mi cuarto que daba al jardín, salí y atrapé un par de copos con mi mano y dije "ahh, sí es nieve, que chido" y me regresé para seguir durmiendo en el calor de mi cama. Después escuché de que hubo peleas con bolas de nieve, que la gente desempolvaba sus gabardinas y ropa realmente invernal (aunque cada año con cualquier fresco, la gente de Guadalajara se abriga como si estuviera en Canadá) y paseaba por la calle, en fin, la mayoría tiene muy buenos recuerdos de esa mañana especial, en cambio yo no soy capaz de recordar ni lo que soñé ayer.

Pero no siempre fue así, hay un cuento que he publicado muchas veces en este blog (y que es uno de mis favoritos y que no es el de La Mamá de José, aunque ese también es de mis favoritos) el cual salió íntegramente de un sueño. Recuerdo haber despertado a medias de él, y recuerdo que me volví a dormir para forzarme a recuperarlo y lo logré, una vez que vi el final me desperté febril, ansioso, corrí por unas hojas de papel y un lápiz y con la letra malhecha garabateé lo que vi esa noche.

Ahora ese cuento está próximo a publicarse en una compilación de cuentos donde un amigo de Puerto Vallarta me invitó a participar. A lo que voy es al proceso de hacer los sueños realidad. Hace mucho que no escribo ficción, eso en otras ocasiones me provocaba crisis existenciales, ya que de alguna manera me convencí de que la justificación de mi existencia en esta vida era escribir. Pero con la inclusión de este cuento en el libro, aunado a la invitación que me hizo Guffo para participar en la segunda edición de los Diarios del Fin del Mundo (de hecho yo iba a participar en la primera pero no fui capaz por motivos personales) con un cuento inédito que también me gusta mucho (es oscuro, crítico y desesperanzador) y me da un chingo de gusto el honor de publicar algo con amigos bloggeros; pues de alguna forma hacen que evalúe el momento en el que me encuentro y coseche un poco de lo que he escrito.


El hecho de tener la publicación de dos cuentos en puerta, me animó a perseguir otro sueño y es autopublicar mi novela Parque Metropolitano. Tengo ganas de escribir lo que esto significa para mí y todo el proceso que estoy realizando, pero creo que lo dejaré para otra ocasión, estoy muy emocionado al respecto y sueño con lo que tengo que hacer para llevarlo a cabo, ya está echada a andar la maquinaria para hacer esto realidad y después les iré dando más datos, mientras tanto seguiré soñando.

viernes, 1 de octubre de 2010

The Suburbs - Arcade Fire








Now the music divides us into tribes








Arcade Fire es uno de esos grupos que se aventaron el tiro de resucitar al rock de ese apendejamiento en el que seguido acostumbra caer. Apantallando a críticos y público conocedor con el chingonsisimo disco, Funeral, un clásico instantáneo y sin miedo de decirlo, uno de los mejores álbumes del nuevo siglo; le dieron sonido, de algún modo, al indie rock, como el rock pop que se hace en Canadá, junto con bandas como Broken Social Scene, Crystal Castles, Hot Hot Heat, The New Pornographers, Metric y Wolf Parade entre otras, cuando antes, nomas Rush había dado la jeta con dignidad por el país de la hoja de maple.

Esta cabrón superar o mantener el nivel alcanzado por una obra de la calaña del Funeral, un chingo de agrupaciones se van por el camino fácil de repetir la fórmula segura para el segundo disco (como lo hicieron, por ejemplo, los Artic Monkeys, Vampire Weekend y Green Day hasta la nausea),  pero los quebecuas se fletaron con el Neon Bible en el 2006, discutiéndose con un discazo más espeso y oscuro sin sacrificar la melodía pop.


I need the darkness someone please cut the lights.

Es normal que cuando hayamos a una de estas agrupaciones que hacen escuela, salgan  un montón de clones, grupos desechables que, influenciados por sus ritmos,  caen en la repetición, monotonía y hartazgo, choteando un sonido que era original. Tuvieron que pasar 3 largos años en los que la indolencia del Indie dejó que Lady Gagas, Justin Beabers, Jonas Brothers y demás mierda parecida, secuestraran la música.

Lo bueno es que el tiempo transcurrido valió la pena. En eso radica la necesidad de renovarse, de no andarse con mamadas y tener un compromiso real con la música, de no convertirse en una copia chafa de uno mismo, por lo que de neta se agradece que se hayan tomado su tiempo para entregar un trabajo hecho con el corazón y las tripas, ya que The Suburbs, su nuevo material, no es una obra de transición, ni experimentación, ni para buscar nuevos caminos, sino que es una placa cuajada y en su esplendor por sí misma.


Businessmen drink my blood
Like the kids in art school said they would

Madurar en el Indie significa hacerse comercial, como lo demuestra el hecho de #Arcade Fire fue tema del momento promovido (o sea, vendido) en Twitter. En lo personal, no me tragaba toda  la alharaca que hacían los medios y blogs sobre su último material, quienes sin muchos escrúpulos suelen poner en las nubes a grupos que es cool escuchar y la neta, en mi primer acercamiento a The Suburbs no le fue muy bien que digamos.

Se me hizo, de entrada, medio aburrido, en ratos se excede de melodramático y es muy largo (poco más de una hora que dura).  Es una neta irrefutable que perdieron la frescura del Funeral  y se fueron por otro lado de los sonidos espectrales que pintaban en el Neon Bible, pero es un álbum que va ganando conforme lo vas escuchando más y más, y es muy probable nos quedemos erizos con ganas de más Arcade Fire, las rolas pronto se aferran en el subconsciente, como si las hubiéramos oído toda la vida.


They're calling at me, "come and find your kind."

No es de esos discos que aguanten para ambientar una fiesta, no tiene hitazos que puedan poner en la radio comercial como lo fueron No Cars Go, Rebellion (Lies) u Ocean of Noise, aunque rolas como Modern Man o Sprawl II (Mountains Beyond Mountains), que si no te ponen a bailar, sí te hacen acompañar la canción con el pié o golpeando rítmicamente con la mano y así.

En sus placas anteriores demostraron que son muy cabrones, que tocan un chingo de instrumentos no convencionales y que hasta se compraron una iglesia abandonada para darle cierta textura a su disco. Para este The Suburbs se alejan de sonidos exóticos en virtud de las melodías y usan sintetizadores que les dan un toque medio ochentero. Se dejaron de mamadas grandilocuentes y virtuosas,  ya que no abusan de los crescendos que eran marca de la casa, aunque siguen utilizándolos con buenos resultados en momentos claves del disco (Suburban Wars). Conviene escucharse con los audífonos bien puestos con el volumen alto, que es donde el material agarra vuelo al clavarte en los pequeños arreglos que están por doquier.

These days, my life, I feel it has no purpose

Es un disco que neta vale la pena comprar, la edición mexicana está muy aguantadora, en una presentación fresona de cuadernillo de cartón y aunque en estos momentos es inocuo resaltar las virtudes de tener un disco original, como el librito, la calidad del sonido, el arte del disco y el irremplazable olor a nuevo, el cd vale solo 135 pesos en Mixup, un precio justo por regresarnos el orgullo de sentirnos fans de una banda y una buena manera de demostrar el agradecimiento que tenemos por crear la música que nos gusta. No le he calado pero me late que es un disco que sí aguanta para escucharse a todo volumen en el carro en un viaje largo por la carretera.

Hay quienes dicen que su fuerte no son las letras pero, nada más equivocado, ahí están las referencias literarias del Neon Bible que está basado en la chingona novela de John Kennedy Toole. Se nota a leguas que Arcade Fire tiene algo que decir, por eso la predominancia de la voz en la mayoría de los temas, las canciones están llenas de letra, los versos no se repiten como en las rolas pop tradicionales, sino que narran historias que van contándose conforme avanza la música que las acompaña.


Hope that something pure can last

Como en todo en la vida, hay varias formas de entender lo que trata de decirnos este disco, el derrumbe de los ideales en pos de venderse al sistema, la deshumanización de la vida moderna. El disco parece tratar sobre las frustraciones existenciales de la vida burguesa suburbana en la clase media norteamericana, las cuales son abismalmente distintas a las de mi México Lindo y querido, pero que, sin embargo, tienen un sentimiento universal sobre la soledad, la madurez y el toparnos de frente con el mundo globalizado. Si bien no es un álbum conceptual en el sentido estricto de la palabra, tiene una unidad temática que lo ubica como un disco postmoderno. Como en el Funeral, hay canciones que están dividas en partes Half Light I y II, Sprawl y Sprawl II y una especie de epilogo que cierra el disco justo como comienza, The Suburbs (continued), guiños autorreferenciales y muchos juegos que pueden descubrirse si uno tiene el hambre de desentrañar un maravilloso disco, con los suburbios como una mancha urbana omnipresente .


All my old friends they don’t know me now





Arcade Fire se presentará el próximo sábado 16 octubre de 2010 y en el Teatro Estudio Cabaret y los boletos cuestan 517.00 con el cargo de Ticket Master incluido.