martes, 31 de mayo de 2011

La Maestra del Kinder de Monterrey

Mucho se ha hablado del video donde una maestra de Monterrey, cuyo nombre es Martha Rivera Alanís, hace que sus alumnos, unos niños de un kínder, se tiren al piso y canten una canción mientras en la calle ocurría una balacera. Desde ahorita hago la advertencia de que dicha acción me parece loable y hasta heroica, sin embargo, los invito a que hagan un análisis más profundo de lo sucedido y no se queden con lo que les muestra la televisión o dicen en Facebook o Twitter al respecto.



Lo primero que me viene a la mente es, ¿por qué nos sorprendemos y maravillamos de lo que hizo?, ya que la maestra solo estaba haciendo su trabajo (el cual hizo muy bien, recalco), pero es lo que cualquier persona con un mínimo de respeto por la vida habría hecho ¿o no? ¿Ustedes hubieran salido corriendo despavoridos dejando a su suerte al grupo de niños que tienen bajo su responsabilidad?

Lo anterior me lleva a pensar en lo que ocurrió con los niños de la guardería ABC en Sonora, donde todos nos lamentamos por la muerte de los 49 niños, sin embargo en el afán de buscar culpables, no podemos ver que las maestras y personal de la guardería, hicieron todo lo que estaba en sus manos para salvar a los niños que SÍ lograron sobrevivir y que NO son noticia (ver links), tal y como lo hubiéramos hecho tú o yo o la maestra de Monterrey o cualquier persona capaz de importarle alguien más que sí mismo.

O a la mejor estoy equivocado, y soy un iluso que todavía tiene esperanzas en la humanidad y vivo en el error y en un mundo corrupto y podrido donde a nadie le importan los demás y en donde alguien que hace lo que debe hacer es considerado como un héroe.

Otra de las cosas que dicho video me pone a pensar es ¿por qué la maestra graba con su celular lo que sucede en una situación como esa? La maestra, además de tener la calma para tranquilizar a los niños abstrayéndolos de la situación mediante una canción infantil, todavía tiene la frialdad de sacar su teléfono para grabar la acción. Sin ánimo de juzgar ese hecho me pregunto ¿Por qué? ¿juay? ¿Qué la motivó a grabarse en un momento como ese? ¿Sería esa “necesidad” de estos tiempos modernos de confundir la trascendencia con la fama? Como digo, no estoy juzgándola de ninguna manera, e inclusive me parece adecuado documentar el acontecer diario y arrebatarle el monopolio de la noticia a los medios. Además, si la tecnología nos permite hacer esas cosas ¿Por qué no hacerlo?

En el siguiente video la Maestra Martha Rivera Alanís lo explica, mencionando que sus superiores siempre le piden que tenga evidencias (aha, seguro les dan teléfonos con cámaras para que graben esas evidencias cada que se ocupen):



Por último, hay quienes son muy malpensados y creen que todo es un montaje preparado por el mismo gobierno, en un país urgido de héroes como don Alejo Garza Tamez (aquí Guffo lo explica de inmejorable forma) o la Maestra Martha Rivera Alanís. Porque que el Gobierno de Nuevo León no tardó nada en pararse el cuello, y comentar que ya que gracias a que la maestra siguió los protocolos de seguridad implementados en una de las zonas más peligrosas de Monterrey, se evitó una posible tragedia.

Claro que su ejemplo es valioso y deben de condecorarla y hacerle toda la faramalla que crean necesaria para que su espíritu se contagie a todos nosotros seres apáticos, superficiales y egoístas donde ahora hasta los perros tienen el mismo valor que los seres humanos.

Si me preguntan ¿y tú pinche Zónico, que chingados haces además de escribir pendejadas como si te sintieras con derecho de hacerlo, para aportar a esta situación? No es por presumir pero tengo años siendo parte de la brigada de Protección Civil de mi trabajo y creo que es un buen lugar por el que todos podríamos empezar.

"We can be heroes just for one day" – David Bowie


Epílogo
Quisiera hacer una última consideración ¿Qué la letra de la canción no era: “si las gotas de lluvia fueran de caramelo” en lugar de “chocolate”?

lunes, 16 de mayo de 2011

Como si trataramos de concentrar la existencia los fines de semana


Mientras que los demás días pasan desapercibidos, sumidos en el sopor calorífico que envuelve a esta ciudad en una burbuja de smog.

No ha habido mucho dinero últimamente y sin dinero no es posible hacer muchas cosas, sin embargo con un poco de información y dejando la hueva de lado es posible buscar opciones chidas que hacer en la ciudad.

No conozco mucho de San Pascualito Rey, hace mucho tiempo me pasaron algunas canciones que han permanecido en mi audioteca y que de repente se colaban  en mis audífonos, letras inteligentes de tintes poéticos que me recordaban un poco a los Caifanes pero más, a la Barranca; sin embargo jamás he visto alguna portada de sus discos, ni sé como son ellos físicamente e inclusive, nunca me he puesto a escuchar un álbum completo, concienzudamente. Se podría decir que más bien conozco y me gustan algunas de sus rolas. Por eso, cuando Flor me invitó a la presentación del poemario: Corazón Minado, del vocalista y alma de la banda, Pascual Reyes, no dudé en aceptar la invitación.

Casa Vallarta es un lugar muy chingón, se antoja para hacer un fiestón loco, épico y grandioso, pero creo que lo utilizan como oficinas de algo relacionado con la cultura por parte de la Mugre G, bien por eso; si algo de lo poco que me cae bien de la U de G es su trabajo para la difusión cultural, pero hasta ahí; soy el fan anti-león negro número 1 ahora que a los villamelones les ha dado por ir a verlos dar pena en el estadio obteniendo mejores entradas que Chivas y atlas, disfruto cada que ese pinche equipo pedorro pierde (cada semana) y me gustaría verlos en tercera división o que dejen de existir de una buena vez.

A un costado de la casa, de típica arquitectura característica de la Colonia Americana, en una terraza cubierta por un toldo que resguarda exposiciones artísticas (el viernes pasado se exhibía una exposición fotográfica relacionada con los migrantes mexicanos en Estados Unidos), se acondicionó como una pequeña sala de eventos y con un proyector sobre la pared. Pascual Reyes subió al estrado y con guitarra en mano procedió a leer algunos de sus poemas, musicalizados improvisadamente con su guitarra, para después aventarse una rola de San Pascualito; así transcurrió la noche, entre poemas que se confundían con canciones y el ánimo de Pascual por emocionar su presentación al solicitarnos que lo ayudaramos a cantar, pero la neta, la mayoría no nos sabíamos las letras y un par de veces se formó ese silencio incómodo de pena ajena (propia), pero lo bueno es que había varios fans que salvaron el momento.

Los poemas de Pascual Reyes son una especie de extensión de sus canciones. Lo que me gusta es ese tono sombrío y oscuro, con palabras claras y sin utilizar metáforas rebuscadas y gratuitas que tanto distinguen a los poetas o el uso de esas palabras domingueras que nomás ellos usan. La edición del poemario estaba chingona y traía dibujitos, si hubiera tenido lana y si hubiera sido fan de la banda y si disfrutara leer poesía, seguro me lo había comprado, costaba 150 pesos, igual que mi Parque Metropolitano.

Por cierto, buenas noticias, existe un alto porcentaje de probabilidad de hacer otra presentación de mi libro, Parque Metropolitano, junto con el Edificio A Depto 69 de mi amigo y compadre Alfonso Morcillo, en ese fantástico y mágico lugar que es la Casa Vallarta. Aunque yo no sé que voy a presentar, me quedan solamente como 15 libros. Pero esperen noticias próximamente.

El sábado fui a una comida en El Chante, una ranchería cercana a Jocotepec donde se están construyendo varios fraccionamientos. Gracias a mi situación laborar no creo tener nunca un crédito del infonavit, pero de tenerlo preferiría comprar una casa lo más cerca de Chapala y lo más lejos de Guadalajara que sea posible. En el camino, nos toco ver a una camioneta volcada y al llegar, comí unas tortas estilo santuario que estaban buenísimas cuyo sabor me recordó a las tortas que vendía mi tía Flora en mi natal Juchipila. Y luego de unas cuantas cervezas emprendimos el regreso, yo no sé por qué razón todavía me sentía animado a no quedarme a descansar en mi casa, así que junto con el Perro y la Puchona nos lanzamos al concierto gratuito de Battles en la plaza de la liberación por motivo del Festival de Mayo en Guadalajara.

Hacía un par de años, cuando Battles cosechó buenas críticas con su disco Mirrored y su “Math rock” (si de por sí, las etiquetas musicales generalmente son medio pendejas, de plano se la mamaron con eso de Math Rock ¿alguien puede decirme algún otro grupo que toque Math Rock?), me bajé el disco y después de un par de escuchadas lo borré a la chingada, no sé, me pareció demasiado  repetitivo y no encontré justificación para tanto hype. Sin embargo recién me había enterado de su presentación en nuestra ciudad y no quise perderme la oportunidad de verlos en vivo y que bueno que no lo hice.

A pesar de que de repente me dio el golpe de cansancio después de un fin de semana lo suficientemente ajetreado para una persona de mi edad, llegamos a la plaza de la liberación con los restos de una cerveza moribunda. Los últimos conciertos celebrados ahí, no permitían tomar cheve y, según me dijeron, hasta había vallas de contención y accesos controlados, pero el sábado no, de hecho no vi a un solo policía durante el concierto, por lo que fuimos al 7-11 por un six.

Cuando Battles empezó, el lugar comenzó también a llenarse de un característico olor a cerro quemado y no tardó mucho tiempo en que rolara el touch, de hecho hasta vimos a un bato que le aspiraba bien machín a la una mona de tonsol y se ponía a bailar bien emocionado, era el único que bailaba en ese momento, mientras quien sabe que chingados miraba en un celular. El ambiente era inmejorable, los conciertos gratuitos en el centro rodeados de todos esos edificios históricos perfectamente iluminados son realmente emotivos, la comunidad hipster de la ciudad se hacía presente.

No hay mucho que pueda decir de su música, se trata básicamente de secuencias programadas sobre las que, los músicos, hacen improvisaciones arrítmicas en onda como jazzera, con guitarras, bajos y samplers creando ritmos hipnóticos que van creciendo conforme el baterista aumenta el ritmo de su instrumento. Se nota que todos los músicos de Battles son unas vergas, quien sabe cuántos efectos y técnicas usan en sus instrumentos para crear su sonido, pero si alguien sobresale, es el incansable baterista, ya que a mi parecer es quien lleva la batuta con las crecidas rítmicas y realmente logra levantar las canciones.

A pesar de que se denominan Math Rock, su música tiene poco de intelectual o racional, más bien apela a los sentidos que se construyen gradualmente a través de improvisaciones, cacofonías y repeticiones.

Battles básicamente vino a tocar puras canciones de su nuevo disco (el cual todavía no sale a la venta) y se extrañó que no tocaran Atlas (pinchí nombre de equipo jodido) y Tonto (valga la redundancia), las canciones que abanderaron su anterior disco, pero ni falta hizo, bastó que la gente fuera asimilando su ritmo para inclusive ponernos a bailar con su música loquita para loquitos.

El domingo lo que realmente importaba era el partido y con caguama en mano encendí el televisor para ver perder a las Chivas. La verdad es que no tenía muchas expectativas de que ganaran, después de un torneo mediocre tirándole a malo, yo me daba por bien servido con la satisfacción de haber humillado al america y el hecho de calificar a la liguilla era un extra por sí mismo. Cuando eliminaron a otro equipo antipático y mierdoso como tigres pues la emoción subió, y les mentiría si dijera que no tenía esperanzas de ver a las Chivas en una final, pero como les dije inicialmente,  a partir de haber calificado a la liguilla todo fue ganancia, por lo que no considero un fracaso la campaña de Chivas, al contrario, los jóvenes con los que se rifó el torneo ahora tienen experiencia en finales y sirve que se va alimentando cada vez mas esa rivalidad y odio contra los pumas, peleando finales (aunque ya nos agarraron de sus pendejos últimamente) y discutiendo quien tiene la mejor cantera, que auguro le hará mucho bien al futbol mexicano.



La neta no me aguitó tanto que perdieran  las Chivas así que aproveché para ir a una carne asada con viejos amigos en la rivera de la laguna de Cajititlán, difícilmente se puede cerrar de mejor forma un fin de semana… Ahh si, con putazos futboleros en vivo y a todo color en la televisión.

lunes, 9 de mayo de 2011

El paso de los días

Me desconecté de facebook por más de quince días y ahora que he regresado me parece todavía más vano, frívolo y superficial que lo que me parecía en un principio, sin embargo hay cierta adicción que me lleva a echarle un ojo a los que mis amigos hacen de vez en cuando.

Entiendo perfectamente la necesidad de compartir nuestras vidas con los demás, no hay nada nuevo ahí para un exhibicionista como yo, inclusive ahora que tengo a varios de mis familiares en facebook me gusta mantenerlos al tanto de lo que hago y hacen ellos, porque de otra forma no sabría nada y la relación se perdería irremediablemente. Pero no era de esto de lo que quería escribir, de hecho no hago este post con un tema definido. Simplemente lo hago porque quisiera compartir fuera de facebook lo que he hecho los últimos días.

Pasé toda la semana santa y parte de la Pascua en Puerto Vallarta, hacía años que no pasaba tanto tiempo en la playa y como comenté en un post anterior (el que escribí en nadsat) cumplí con casi todo lo que me había propuesto, leer un chingo, guevonear, jugar con mi veco y mi pititsa y practicar el viejo unodos unodos con mi cheloveca,  además, creo que todos los días salí a contemplar el atardecer, La excepción fue que casi no pistié y me he dado cuenta de que últimamente no he sentido la necesidad de emborracharme cada fin de semana, honestamente no es un rollo de salud, ni moral, pero cada vez las crudas son peores y vienen acompañadas de trastornos estomacales, no sé si sea una especie de madurez sin embargo ahora ya no estoy tan interesado en autodestruirme ni estar haciendo el ridículo comportándome como adolescente.

La ciudad es un desmadre, con la repavimentación de calles y construcción de puentes; es un martirio transportarse en automóvil, además el calor que hace aquí supera al de Vallarta y a veces es preferible no hacer ciertas cosas para no estar atorado por horas en las calles. El jueves fui al parque de Colomos a una especie de día de campo. La idea original era ir a la primavera pero con los incendios forestales de las últimas fechas, me imaginé que todo estaría chamuscado, así que fuimos al parque. Salieron muy buenas fotos de ahí, y vimos pájaros de colores, chicas lindas que se tomaban fotos para sus incipientes sueños de modelajes y quinceañeras. No había mucha gente y el paseo fue muy placentero.

El fin de semana tenía una carne asada con los excompañeros de la prepa, no quise ir, no tenía dinero ni muchos ánimos de regresar a la proyección que esas personas tienen de mí, de alguien que ya no soy más. Cada vez que los veo les comento que ya somos otros, que los años de prepa han quedado en el olvido y esta es nueva etapa,  pero ellos se empeñan en recordar anécdotas vetustas  de las que yo no tengo memoria, tal vez el problema está en mí, por mi desapego por el pasado y esta es la razón por la escribo un post personal en mi querido diario.

Cuando escribí Parque Metropolitano algunas de las peores líneas del libro se las llevan mis excompañeros a quienes trato de una bola de pendejos a los que les da lo mismo escuchar música ranchera que pop y como gente que finge ser alguien que no es. Ahora no pienso eso sobre ellos, creo que finalmente se convirtieron en las personas que fingían ser y tienen muy poco que ver conmigo, sin embargo yo tampoco soy ahora un adolescente radical que no tolera a aquellos que no comparten mis gustos musicales o mi manera de pensar, tengo la madurez suficiente para pasar una peda escuchando canciones de Alejandro Fernández y Camila y hablando de celulares, autos, negocios y trabajo.


El sábado salimos a Chapultepec para entregarle unos libros a Vil Capote para que se vendan en León Guanajuato (por cierto ya solo me quedan 15 :-D y si alguien sigue interesado mándeme un correo a zonico(at)gmail.com). En twitter me enteré de que era el día del Comic Gratis y estando a una cuadra de Comic Castle fuimos para allá, me traje uno de Spiderman, otro de Hulk y uno de Archie. Además vi bastantes novelas gráficas que quiero tener físicamente en mi colección y que algún día compraré.
Las horas nos ganaron y después de ir a comer a los tacos de barbacoa de Enrique Díaz de León y Plan de San Luis, fuimos al Reventour Estrella 2011 con la intención de ver únicamente a Quiero Club. Nos estacionamos bastante lejos de la entrada al concierto por lo que tuvimos que darle casi toda la vuelta al complejo donde están Teatro Estudio Cabaret , Calle 2 y el Auditorio Telmex. Mientras caminábamos, en Teatro Estudio Cabaret  había un concierto de reggueton y morritos con trencitas y pantalones de pata de elefante hacían cola. Mientras la banda rockera pasaba a un lado de ellos se les quedaban mirando como bichos raros con una especie de superioridad al saber que la música que íbamos a escuchar nosotros está mucho más chingona que la basura que iban a escuchar ellos.
La cola era bastante larga pero avanzaba fluidamente, a pesar de ser un concierto gratuito había varios vivales queriendo vender (y vendiendo con éxito) las pulseras para entrar, a 20 pesos. Nosotros no teníamos pulseras pero confiaba en que conseguiría unas gratis fácilmente y así fue, sin embargo ni siquiera tuvimos que mostrarlas a la entrada.

Había muchísima gente en la explanada (según los periódicos, al rededor de 35,000 almas), la gran mayoría eran chavillos y me dio un chingo de gusto que a los morros de ahorita les guste el rock. El ambiente era muy bueno, todo mundo alrededor estaba dispuesto a pasársela bien y la programación musical entre bandas fue más que acertada, Smell like Teen Spirit y Seek and Destroy de Metallica y la banda brincaba y reía. Comenzaron a aventar a morras por los aires y un par de chicas subidas en los hombros de algún amigo, enseñaron las chichis y otras se besaban entre ellas solo por diversión (bueno unas que lo hicieron fueron una pareja de lesbianas, pero de todos modos cuenta igual).
Desafortunadamente a quienes íbamos a ver era a Quiero Club y ellos hacía rato que habían salido por lo que nos quedamos a escuchar la presentación de Susie 4 que encendió bastante los ánimos (y los porros) y puso a todos a bailar, neta, yo no esperaba que la gente los recibieran de esa forma y más siendo tapatíos, yo creo que probablemente esa ha sido su mejor presentación en su ciudad.

El sonido local puso Song N°2 todo el foro gritaba al unísono Yujuuuuuú! Y comenzó el voladero de vasos,  por un momento el cielo se vio cubierto de proyectiles y era inevitable que no te callera uno de ellos, la verdad estuvo bien cura que a la banda le valiera verga aventar la cerveza (eso quiero creer que era) que se estaba tomando, porque todos lo hacían, un batillo le dijo a otro que tomaba cerveza “aviéntala wey” el otro le contesto “no mames wey, todavía le queda un chingo” y el otro dijo “no hay pedo” y no lo hubo, la cerveza bañó a alguien que se econtraba más delante de nosotros, supongo que muchas escenas así se repitieron por todas partes. Aunque no faltaron los pasados de verga que también aventaban vasos llenos de tierra. Después salió Vicentico, justo al atardecer, y el cielo se pintó de colores bien chingones y una brisa refrescaba mucho más que los baños de cerveza que caían constantemente por la lluvia de vasos

Otra de las cosas chingonas era que había un chingo de puestos para la venta de cerveza y fluía rápidamente, aunque yo me aguité porque no habíamos visto a Quiero Club y a los otros que más o menos nos interesaba ver era a Jumbo quienes ya habían salido también y no había a nadie más que quisiéramos ver así que mejor nos salimos. Todavía seguían llegando un chingo de personas y fue un pedo irnos en el carro, no quiero ni imaginar cómo estuvo después de que salió Cuca (que por cierto chilangos, acá así le decimos, simplemente Cuca, no “La Cuca”).