jueves, 13 de diciembre de 2012

Astro en la FIL de Guadalajara y Feliz Cumpleaños parte 1

Generalmente no he tenido una buena relación con mis cumpleaños, probablemente se deba a algún trauma enterrado de la niñez o al temor de que entre más cumpleaños ocurran, más cerca estoy de la muerte.
Antes mis cumpleaños eran un día insoportable para mí y trataba de contagiar ese espíritu a los demás. Últimamente han ido perdiendo importancia y trato que sean un día como cualquier otro, pero una de las fortunas que tengo en la vida es que hay personas a las que sí les importa conmemorar mi nacimiento y el que seas alguien especial para ellos en ese día es algo que me hace sentir afortunado.

El año pasado intenté hacer una gran celebración, Stereo Total se presentaba de manera gratuita en la Feria Internacional del Libro y ahí comenzaría la fiesta para continuarla en mi casa, el concierto estuvo bueno y la fiesta estuvo llena de excesos que me cobraron la factura al grado de abandonarla a la mitad para ir a desfallecerme en la inconsciencia, total estaba en mi casa y era mi cumpleaños y podía hasta llorar si quería.

Por eso, este año no pretendía festejar nada, pero una de las cosas chidas de mi cumpleaños es que la mayoría de las veces ocurre al mismo tiempo que la FIL de Guadalajara, por lo que la oferta de espectáculos es amplia, variada y gratuita, además que se presentaría la banda chilena Astro (de quien ya había hablado antes en este blog) y fue motivo suficientemente bueno para celebrar, así que sin hacer tanto mitote invité a mis amigos cercanos al concierto para después irnos a emborrachar a cualquier bar.


Estaba honestamente emocionado, Astro ha sido una de las propuestas nuevas que más me han impresionado de los últimos años, su música transmite una energía juvenil que cada vez es más difícil encontrar en el panorama de la música moderna. Su primer material, el EP, Le Disc de Astrou, es fresco y pacheco, la mayoría de las canciones son destacables llenas de sintetizadores desinhibidos muy en la onda de MGMT, y para su segundo material homónimo, continúan fieles a su estilo mostrando una ligera madurez y homogeneidad a diferencia de su primera placa que se nota un tanto amateur; aunque lo anterior conlleva a que no haya muchas canciones que sobresalgan de las demás.

Desde hacía meses, cuando me enteré que se presentarían en la FIL con Chile como país invitado, lo marqué como un must en mi agenda (ni utilizo agenda pero la idea es esa), así que la noche del viernes 1 de diciembre nos lanzamos a la explanada de la Expo Guadalajara alrededor de las 9:00. Una multitud abandonaba las instalaciones de la feria y había poca gente en la fila de acceso, al menos yo no esperaba una muchedumbre como la que atiborró el mismo recinto días antes con la presentación de Los Tres, ya que la difusión de su música en nuestro país es básicamente nula (creo que los programaban en Radio Ibero 90.9 cuando se presentaron en Vive Latino) a pesar de que tuvieron a la venta en nuestro país una edición especial limitada de su primer disco en formato físico y la inevitable propagación en Internet.

Las bandas como Astro son las que más se ven beneficiadas con el hype generado en las redes sociales cuando se aproxima algún concierto; de poco sirve a bandas muertas en vida como Pixies, Blur o demás reencuentros estériles, las expectativas que generan sus presentaciones; sí, ok, agotan el boletaje y sus conciertos pueden estar chingones, pero una vez pasado el evento, sus discos vuelven a guardarse en las estanterías a acumular polvo en la ignominia, ya que son grupos que no están dispuestos a lanzar nuevo material (por eso el muertos en vida). Es decir no hay camino hacia delante a donde ir, no queda nada más que voltear al pasado y revivir viejas glorias. Sin embargo cuando un grupo novel se presenta ante una audiencia que apenas ha escuchado de ellos, hay todo un universo musical que descubrir y realmente emociona lo que pueden hacer en el futuro, donde serán los representantes de la música juvenil mientras los tiempos ocurren.

A pesar de que había cierta ignorancia sobre la supuesta Ley Seca por el cambio de mandato presidencial y por las manifestaciones (que al menos en Guadalajara no había rastros de disturbio alguno) en contra de Peña Nieto, todo transcurría con normalidad. Los vendedores de cerveza vaciaban caguamas en vasos desechables por todas partes. La audiencia si bien no era abundante, tampoco escasa. Nuestros lugares tenían una excelente visibilidad y si algo distingue a la explanada de la expo es que la acústica es excelente y al ser un lugar al aire libre, es de los pocos foros en la ciudad donde todavía se puede vivir el ambiente conciertero como dictan los cánones.

El recital comenzó puntual, abriendo con “Druida de las Nubes” y para mi sorpresa había algunas personas que se sabían las canciones a pesar de que no son nada claras, dejen me explico mejor. Sus letras tratan (al menos las de su segundo disco, las del primero van más sobre temáticas cotidianas en drogas alucinógenas) sobre animales y la naturaleza con un tono infantil o ingenuo, o bien desde el punto de vista de los mismos animales, aunque el mensaje no es tan importante sino la armonía que conjuntan con las melodías.

Astro se mostraba emocionado en el escenario, desbordando una energía que no se percibe en sus discos, ganada a base de un intenso fogueo de presentaciones en el circuito Santiaguino y giras transandinas así como algunas presentaciones en España y Estados Unidos. Cuando llegó el momento de “Drogas Mágicas”, personalmente mi canción favorita de ellos, esperaba una catarsis, pero la verdad es que en vivo resultó una canción floja cuya versión del disco es mucho más espesa y beyoneada.

La banda liderada por Andrés, interactuó con el público para manifestar su contento por su primer presentación en nuestro país fuera del DF, comentando sobre lo bacán que estuvo el concierto de Los Tres donde palomearon con Café Tacvba y descubriendo el hilo negro al mencionar que en Guadalajara tenía las minas más bonitas de México. El concierto terminó con “Maestro Distorsión” una canción incendiaria y demoledora, cerrando así una presentación de alrededor de una hora. Lo bueno de los conciertos de grupos recientes es que gracias a que no tienen mucho material, tocaron casi todas canciones de sus dos discos, lo que es fenomenal. Todavía salieron con un par de rolas más para el encoré y terminar definitivamente con “Ciervos” la punta de lanza de su último material.

El recital fue vivo e intenso y a pesar de que la gente de Guadalajara suele ser apática con propuestas sin consolidar, no se prendió más porque no se sabía las canciones

Pueden escuchar la presentación completa reseñada en este post aquí mismo (es solo el audio de buena calidad):



 Continuara…

jueves, 29 de noviembre de 2012

Festival Indio Emergente Guadalajara, sábado: Día dos (y último para mí), Band of Skulls y Passion Pit


El sábado llegamos más temprano que el día anterior y alcancé a ver la presentación de Anita Tijoux una rapera chilena a la que están programando más o menos en la radio. La morra mostraba una enorme barriga en avanzado estado de gravidez y a pesar de que no me gusta el hip-hop, se me hace chido que en Chile haya una movida rapera exitosa. Anita estuvo un rato tirando versos y consignas revolucionarias hasta que alguien aventó algo al escenario, ella aprovechó para tomarlo como una ofensa contra los mensajes de sus canciones y mostrarse como mártir de la libertar de expresión al decir que aunque le avienten lo que le sea, nunca la podrán callar (¿?).

Las edecanes que se paseaban mostrando las nalgas disfrazadas de cerveza Indio. La afluencia aumentó considerablemente a la del viernes, llegando a presentar en su punto más álgido unas 3 veces más que el tope del día anterior, por lo tanto, el porcentaje de chicas lindas también se incrementó. Sin embargo, la edad de la audiencia era considerablemente menor, pubertos everywhere.

Band of Skulls salió a escena, un power trio con chica al bajo, como dictan los cánones. Si el día anterior solo conocía al The Shins, para esta fecha no ubicaba absolutamente a nadie, ni siquiera me había topado sus nombres en internet. Su estilo me pareció semejante al de los White Stripes a pesar de que venían de Southampton, Inglaterra. Unos morritos compartían un special brownie, supongo para que les hiciera digestión cuando saliera la siguiente banda. Todo mundo checaba sus cells sin prestar atención a la música en tiempos donde es más importante hacer check-in para que tus redes sociales sepan que fuiste al concierto, que el concierto en sí, llevando al extremo la frase “pics or it didn't happen”; Una juventud sin actitud en el reinado de la apariencia, el consumo rápido y el hype temporal (depeche mode). Los Band of Skulls hacían su esfuerzo por rockear y llamar la atención en el escenario a pesar de que no son la gran cosa y que dentro de 10 años nadie los recordará.



Después de dar el roll y recargar cervezas para la siguiente banda, nos sentamos a mirar el desfile de minifaldas, mallas y shorts que hacían acto de presencia aunque el frío era más intenso que el viernes y mientras veíamos ese espectáculo, recibí uno de los mejores consejos que he escuchado en mucho tiempo: No dejes que tú hijo te presente a ninguna novia antes de los 25 años, a la chingada con los compromisos y formalidades cuando se es joven, que se coja a la mayor cantidad de chicas que pueda.

Passion Pit (de quienes no sabía nada) comenzó el concierto con todo, con lo que me dijeron que eran sus canciones más populares, logrando el momento más prendido del festival, vamos, no es como si las bandas del cartel fueran las más prendidas del mundo; de inmediato se alzaron los celulares y la gente bailaba y brincoteaba por todas partes, parecía que todos se la estaban pasando muy bien, la audiencia realmente se divertía. Pero la neta, su cotorreo se me hizo muy adolescente, como si la música Emo hubiera tomado antidepresivos y hubiera evolucionado en esto, una onda Pop tan edulcorada que me empalagó, hasta me dio pena sacar el hitter ante tanta alegría y festividad, pero me aguanté la pena y la música de los niños entonces no me padeció tan puteada. No me hagan caso pero el bato cantaba lo hacía tan bien, tan nítido, que parecía playback.



Como ahora el slam es políticamente incorrecto, los cagazones de seguridad bajaron a unas chavas que miraban el concierto en hombros y recordé la vez que me sentaron y me obligaron a ver el concierto de los Pixies en mi lugar en el Audotorio Telmex. Times they are a-changin y yo que no me acostumbro, chingadamadre.

A pesar de todo, me parece excelente que se hagan festivales como este, con bandas nuevas o que se mantienen vigentes ya que está de moda que los festivales sean encabezados por grupos de antaño en su reencuentro que cuando vivieron sus momentos de éxito no se dignaban a pisar nuestras ciudades; sin duda, festivales como el Indio Emergente refrescan el panorama de los festivales musicales de nuestro país para descubrir grupos no tan conocidos, y descentralizar del DF la oferta conciertera.

Ya para el tercer día del festival rolé mis boletos a un par de chicas que estoy seguro que los disfrutaron más que yo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Festival Indio Emergente 2012: Portugal The Man y The Shins en Guadalajara



Una de las cosas chidas de escribir en un blog de música (además de la fama entre las chicas) es que tienes acceso a conciertos chingones NOT, por lo tanto, después de un mal año en asistencia a conciertos, decidí ir al Festival Indio Emergente 2012 y tuve que conseguirlos como el resto de los mortales ¿Comprándolos? No way José (su costo era de 400 por cada día del evento, 1,000 por el festival completo), por lo que tuve que aferrarme a la radio para ganarlos adivinando canciones con un poco de ayuda de Shasam.

No me avergüenza admitir que desconocía a la gran mayoría de las bandas que se presentarían y básicamente solo sabía de The Shins y Feist. El festival sería en una zona nueva de Guadalajara, en un club hípico anteriormente rodeado de muladares y tierras de cultivo que ha sido tragado por la mancha urbana a través de una vía de acceso alternativa en la prolongación de la avenida Colon, a los albores de Tlajomulco.

¡Vaya que los de la cervecera no repararon en gastos para una gran producción! La totalidad del sitio estaba empastado, al fondo, un enorme escenario flanqueado por dos pantallas de iguales dimensiones, transmitían a la banda que tocaba y que a primera oída me sonaron a glam metal o algo así (¿?) , pero mientras nos dirigíamos hacia el pequeño grupo de personas que los veían tocar, un ejercito de vendedores de Red Bull y cerveza (solo vendían Indio, ni siquiera Tecate o XX, pretendiendo reposicionar una marca que no tiene preferencia en esta parte del país) se postraron frente a nosotros y a pesar de que la tarde refrescaba, realmente se antojaban unas heladas. 

Las hermosas edecanes te retaban a adivinar a los grupos del festival en una Ipad. Sin poder echar mano esta vez del Shasam, fallé todas las respuestas hasta que la chingadera se trabó. La edecán me ofreció intentarlo de nuevo y reinició el aparato (mmm pinche Apple ¿no que muy chingonas sus fregaderas?), jugué otra vez con iguales resultados, no atiné ninguna y la Tablet se volvió a trabar, así que la morra de todos modos me dio el premio que era escoger un sobre en una de esas máquinas expendedoras de alimentos, mi regalo resultaron ser unos lentes oscuros, pero también había pelotas y anillos de leds y de esas barras que brillan en la oscuridad.

Después de las distracciones pudimos acercarnos al escenario, aun no sabía quienes tocaban pero nada que ver con el glam metal que creí escuchar en la entrada; un grupo de hipsters vestidos como ñoños rockeaban en el entarimado, aunque el bato tenía voz de maricón. Le pregunte a unas niñas a mí alrededor y me dijeron que eran Portugal the Man. Me pareció reconocerles algunas influencias del britpop de los 90´s pero en general su estilo era “Lindie” (Indie medio afeminado, bueno, si es que se puede más), supuse que se llamaban Portugal cuando el vocalista cantaba y The Man cuando se ponían a tocar, porque se aventaron una versión bien ponchada de 9 minutos de “Helter Skelter” que me ganó de inmediato. Portugal the Man tocan chido, para mí, fueron la sorpresa del festival, se tomaron su tiempo en su presentación y se notaban excitados por ser la primera vez que tocaban en suelo mexicano (al igual que Los Shins). 

Además a los batitos les gusta improvisar, unieron algunas de sus canciones a través de prolongados jams donde se permitían el atasque, bueno, no tanto, ni que fueran Sonic Youth, pero los geeks esos podrían no tener la apariencia, pero sí la actitud. Terminaron el gig con una adaptación de “Hey Jude” echándose a los pocos asistentes a la bolsa.

Entre bandas, cuando no había nadie tocando, el sonido local ponía muy buenas rolas invitándote a dar el rol para conocer el lugar. La zona VIP estaba llena de muebles vacíos hechos exprofeso para el evento, un área grande de comida y varias combis-jardines donde se vendían playeras y la revista Warp (no sabía que todavía existía). Las chicas se tomaban la obligatoria foto para instagram, la gran mayoría de los pocos que estábamos ahí eran mujeres, y cuando hablo de mujeres en Guadalajara no me refiero solamente al género femenino; hermosas bellezas vestidas al último grito de la moda, shorts diminutos y botas, minifaldas, mallas de leopardo, tacones, piel, mucho lipstick y maquillaje. A los costados, unos grafiteros terminaban unos murales, y las chicas se tomaban fotos como modelos en una pasarela. 

Llegó la hora del refil y prepararse para los Shins, la vendedora de cerveza me comentó que estaba preocupada porque esperaban mucha más gente, de seguir la cosa así, ella no regresaría al siguiente día a trabajar ya que les pagaban por comisión. La entrada no parecía mejorar, unas 600 personas nos acercamos al escenario esperando la salida de los de Oregon. Un bato con dos morritas fumaba un churrito, con el frillito vaya que se antojaba. Cuando le pedí un touch el bato me dijo que no tenía (¿?) y se lo pasó a una de las morras, pero ella me lo roló justo después de darle un par de caladas. Le di las 3 de ley y me acomodé para el inicio del concierto. 

La actuación comenzó con “Caring Is Creepy”. Los ñoños, mirreyes, hipsters y chicas se aglutinaban al frente, pero con un poco de patanería y callo slamero me abrí paso fácilmente hasta la primera fila. Hacía mucho tiempo que no estaba tan cerca en un concierto. Continuaron con “Australia” y “Simple Song”, miré alrededor y la mayoría actualizaba sus estatus, subían fotos o simplemente platicaban; Ahora el slam es políticamente incorrecto en los conciertos, en lugar de armarse mosh pits, se hacen círculos de discusión y debate. Unos mirreryes cubs festejaban con tequilas (también vendían licor), me pregunté como les habían vendido alcohol a menores y uno de los vendedores de cerveza corría de regreso con sendos tragos que los chamacos le habían encargado a cambio de una buena propina. 

Apenas me había dado cuenta de que estaba completamente rodeado de pubertos y jovenzuelos que presenciaban una banda a la que no les había tocado escuchar su maduración, la juventud me quedaba muy lejos, me cayó la momiza. Yo era el más ruco de los que estábamos ahí, bueno, no, el más viejo era James Mercer quien se ponía la guitarra acústica para aventarse “New Slang”.

A pesar del frío, los Shins se despojaban de chamarras para disfrutar el agradable clima de la ciudad (para ellos, los tapatíos nos la pasamos quejándonos por el frío, o el calor, o si está “al tiempo”) y la luna brillaba en zenit del cielo, todo mundo sabía los coros y cantaban “Sing-along”, un grupo de chavos aventaban sus amigas por los aires y otras se subían en hombros.  Cuando tocaron la última canción, “September”, alguien aventó una pelota de led que uno de los músicos bateó con su guitarra y rebotó dejando una estela de arcoíris hacia una pareja a un lado de mí. El chico la regogió del suelo y apoyándose sobre su rodilla le pidió a la morra que fuera su novia, no sé si ya tenía pensado aventársele esa noche, pero encontró el momento perfecto para que su acompañante le dijera que sí, cerrando el trato con un profundo beso.

jueves, 11 de octubre de 2012

Festival Corona Capital


La realización de festivales en nuestro país no tiene nada de nuevo ni de original. Desde el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro en 1971 que fue la tropicalización de Woodstock, hasta el que ahora nos concierne, el CoronaCapital que trata de emular, al menos en cuanto a las agrupaciones de corte “alternativo”, al de Coachella; la calidad de los conciertos en México ha ido en incremento y aunque aún nos quedan lejanos los festivales como Reading, Glastonbury o el Lollapalooza, las distancias cada vez son más cortas. Bien por eso.


El Corona Capital en esta edición incluye una extensa variedad de corte internacional, desmarcándose de su festival hermano, el ViveLatino que se enfoca en agrupaciones de habla hispana; ofreciéndonos una excelente cartelera de bandas y solistas en proceso de consolidación reforzándose con los infalibles resucitados de otras épocas cuyas glorias quedaron décadas atrás y que apenas se enteran que en México hay gente a la que le gusta su música (te estoy viendo a ti Suede).

Algo indudable en los festivales es que, a menos que se tenga el don de la ubicuidad, siempre tienes que sacrificar la presentación de alguno de tus artistas favoritos por ver a otro, y a pesar de que Ocesa tiene probada experiencia en la organización de eventos masivos, hay presentaciones que se empalman como las de Suede y Franz Ferdinand, Black Lips y Alabama Shakes o las The Vaccines y The Maccabees.


Así mismo, el CoronaCapital ofrece como presentación estelar, la oportunidad de escuchar en vivo a una de las bandas más emblemáticas de los 80´s, New Order, quienes a pesar de no ofrecer su alineación original ya que Peter Hook esta en litigio contra Bernard Sumner y compañía por los derechos del nombre de la banda, es indudable la influencia que han tenido en la música contemporánea. Por su parte, fuera del Corona Capital, Peter Hook ha anunciado que tocará los primeros discos de la banda Movement y Power, Corruption & Lies completos y en estricto (nuevo) orden de canciones, como lo hizo en nuestro país con Unknown Pleasures y Closer de Joy Division (conjunto, por si habían vivido toda tu vida aislados en una cueva y no lo saben, de la que derivó esta genial agrupación).

No todos son fans de los festivales, hay desde quienes prefieren contemplar una presentación completa de un show tal y como fue diseñado por los artistas, hasta los extremistas que no toleran siquiera que haya una banda abridora. Pero si pretendes ir, te sugerimos las siguientes recomendaciones.



·         Andar ligeros. Swetter, chamarra o impermeable que puedas ponerte, quitarte o guardar en alguna mochila, según sea el caso, ya que no se permite el acceso con paraguas.

·         Comparte transporte. Los taxis se aprovechan y cobran lo que quieren, así que toma tus precauciones y consulta los horarios y rutas del transporte público.

·         No lleves cámaras fotográficas profesionales. Además que no te van a dejar meterlas, son estorbosas y tú sabes cuánto cuestan; en la capital internacional de las tranzas y el smog (Alex Lora dixit) son difíciles de ocultar y aumentan las probabilidades que te la roben. Además, seguramente te va a tocar lejísimos del escenario. Mejor consigue unos binoculares y después busca en youtube algún video de alguien que lo haya grabado más cerca.

·         Por ningún motivo te vayas a perder a Mi Chaqueta Matutina (My Morning Jacket para los compas).

·         En el sitio del festival puedes armar tuitinerario. Pero date la oportunidad de improvisar y escuchar a bandas que no conozcas. Franz Ferdinand y los Black Keys son arroz de todos los moles y seguramente podrás verlos en alguna próxima presentación.

·         Todo mundo va a atestar el escenario donde se presentará New Order y si quieres tener buen lugar vas a tener que perderte algún show (aunque no van a faltan los chilangos manchados se abren paso a la fuerza).

·         La red telefónica suele saturarse y es probable que quedes incomunicado. Por lo que si vas acompañado, queda de encontrarte en un lugar y hora específico.

·         Las distancias para trasladarte de un escenario a otro pueden ser grandes y un retraso en la presentación de un grupo puede llevar a moverte tu calendarización.

·         Los BlackKeys y los Black Lips son bandas diferentes (aunque la neta se parecen en algo más que el nombre) y ambas valen la pena verlas.

·         Disfruta la música y no pases tanto tiempo tomando fotos, video, o actualizando tu status comentándonos lo cool que te la estas pasando, vive el momento.

·         Y pues no lleves las cosas que generalmente están prohibidas ingresar a eventos públicos. Armas, cadenas, estoperoles y/o hebillas grandes, cámaras de video, mascotas, equipo de camping, patinetas, comida, botellas y sustancias ilegales (ey ajá).

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Radiohead en México


Radiohead en Coachella 2012

No sé si fue buena idea haber visto a Radiohead en el stream de su presentación como headliner de Coachella 2012, ya que por diferencias en el uso horario, terminó a las 3:00 de la madrugada, y porque tengo la impresión de que fue un spoiler para su concierto en la ciudad de México del día de hoy (martes 17 abril de 2012) He tenido la fortuna de ver a Radiohead en vivo un par de veces en mi vida, la primera, en aquel mítico concierto en el Roxy de Guadalajara en 1994 cuando tenían un solo disco en su haber (Pablo Honey, EMI, 1993) y apenas se vislumbraba lo que vendría con The Bends (Parlophone, 1995); y la segunda ocasión, en el Distrito Federal en una de sus dos presentaciones en el Foro Sol en marzo de 2009 para la promoción del In Rainbows (XL Recordings, 2007). 

Del primer concierto hay muy poco que decir, Radiohead se paró en el pequeño escenario con sus guitarras distorsionadas y tocaron los temas de Pablo Honey más algunos del el EP My Iron Lung (Parlophone, 1994) y la gente pedía que volvieran a tocar aquel hit que los catapultó a la fama. De un concierto al otro hay un abismo de diferencia, tanto en tiempo transcurrido y puesta en escena, como en el rumbo musical que tomaría la banda, casi se podría decir que son dos grupos completamente distintos. Esta afirmación parece confirmarse por la misma agrupación, ya que en sus últimas presentaciones no tocan ningún tema de sus primeros discos y a duras penas incluyen canciones de su opera magna Ok Computer (Parlophone, 1997)

El concierto de 2009 generó cierta controversia cuando tocaron “Creep” ya que según escuché, era una especie de burla para los fans villamelones que fueron a verlos solo por esa canción o que fue una compensación por tantos años sin tocar en nuestro país. Recuerdo que fue un concierto tranquilo (no se puede esperar demasiada euforia de una banda en la que la mayoría de sus temas son de tendencia introspectiva) y el hecho curioso de que después de un par de intentos fallidos de Tom York por tocar correctamente “Exit Music (for a Film)” desistió y prosiguió con la siguiente canción.

De su concierto en Coachella no encontré muchas diferencias con su última presentación en nuestro país, siguen utilizando las mismas pantallas led que van acomodándose según el momento y que el setlist está conformado en su mayoría por temas de sus últimos discos más un par de nuevas canciones no incluidas en el mediocre (para ellos) The King of Limbs (XL Recordings, 2011) y que más o menos son de la misma tendencia.

Por el momento, yo me quedo con la imagen de la canción “The One That Got Away” de Katy Perry, cuando se la están fajando en el asiento de un Mustang mientras suena Radiohead de fondo y le parece una experiencia espiritual.

martes, 28 de agosto de 2012

Es mejor incendiarse que desvanecerse y otros clichés


Muchos mentimos al decir que recordamos lo que hacíamos aquel 5 de abril de 1994. Mentimos porque nos enteramos de tu muerte después. Tu cuerpo llevaba varios días pudriéndose en el invernadero de tu casa. Cuando me lo dijeron no les creí, no es que me negara a aceptarlo, si no que supuse que se referían a tu soundcheck de suicidio en Roma pocos días antes.

Me caías bien porque te gustaban los Beatles, los Melvins, los Pixies y te cagaban Guns and Roses; porque invocabas a cuanta influencia reconocías en cada entrevista. Porque, aunque te cagara la madre, toda una generación se vistió como tú. Porque escribías un diario. Porque llenabas de buenas frases tus canciones y porque de tu banda salió uno de los grupos más chingones de la actualidad. Porque te recuerdo vestido de mujer gritando God is gay. Por tus rolas potentes, ¡con huevos! Atascadas en feedbacks y distorsiones que eran como tu forma de hacer solos de guitarra; porque gritabas y a pesar de eso tu música era melodiosa.

Pero elegiste irte antes de que tu bajista se quedara pelón y tu baterista se convirtiera en la verga legendaria que es ahora. Antes de seguir aguantando a perra histérica de tu esposa (de quien dicen que te odiaba tanto que te mando a matar) y de la basura de música que se dejaría venir el resto de los noventas. Seguro pensaste en Ian Curtis y en club de los 27, en meterte un buen chute y jalar el gatillo para liberarte de esa horrible adicción, de los dolores de estomago, del vacío interior. Para olvidarte de una fama y fortuna con la que no sabías lidiar. Que pendejo, que egoísta, pobrecito ¿Querías que sintiéramos lástima por ti? Tu niña de 18 meses ya te perdonó y creció y no se ha convertido en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como tú, como Morrison, Janis, Jimi y Brian. Lo lograste, eres una leyenda.

Aunque no tiene ningún caso, se me ocurrió un final mejor para aquel programa que grabaste en MTV donde te despediste de nosotros: Mientras aparecen los créditos finales, la audiencia se sube al escenario y empieza a destruirlo todo, usando los atriles como herramientas, estrellando la horrible guitarra de Pat Smear contra el suelo y pateando por los aires y rompiendo los tambores de la batería, pisoteando las orquídeas y claveles, colgándose del candelabro de cristal que ilumina el lúgubre escenario y rompiendo todos los vidrios, quemando cortinas con las veladoras, incendiando todo el maldito lugar.

lunes, 20 de agosto de 2012

Huevos de Pascua: Top 5 de Tracks Ocultos

Tal vez el término hidden track o bonus track pueda parecer desconocido o haya caído en desuso con el reinado del mp3, sin embargo quienes comprábamos discos, a menudo nos topábamos con la agradable sorpresa de que una vez que creíamos que el disco había terminado, después de algunos minutos de silencio en los que la pista seguía corriendo, había una canción oculta que no aparecía en el listado de canciones. Su origen se remonta a los sesentas donde la experimentación en las técnicas de grabación y producción de materiales aditivos evolucionaban hasta tomar la forma que más o menos tiene ahora y han sido utilizadas por los artistas como una especie de huevos de pascua o regalos sorpresa. Los hidden tracks son bastante comunes y artistas como Beck, Korn, Beastie Boys, Blur o Depeche Mode los utilizan comúnmente en sus grabaciones, por lo que les presentamos el top 5 de los mejores tracks ocultos que conozco (sería bueno que alimentaras el post mencionando cuales son los que recuerdas tú).


 

1) The Beatles: Abbey Road (reseñado anteriormente) - “Her Majesty”-

Esta canción originalmente formaba parte del meddle de Abbey Road, sin embargo a Paul McCartney le pareció que no encajaba del todo, por lo que decidieron ponerla como una canción aparte, sin embargo debido a un error, no se incluyó en los créditos de la primera edición del disco, por lo que se considera el primer hidden track de la historia. Aparece después de 14 segundos de “The End”

 


2) Nirvana: Nevermind - "Endless, Nameless"

Es una especie de jam ruidoso, estridente y caótico donde Kurt Cobain grita algunas frases que apenas se pueden entender, lleno de guitarras distorsionadas, tambores insistentes y un bajo difuso. Un capricho de Nirvana para no traicionar su espíritu punk y que contrasta con la limpia producción del resto del Nevermind. Aparece diez minutos después de la finalización de "Something in the Way"

 


3) Guns N' Roses: The Spaghetti Incident? - "Look At Your Game Girl"

Una canción incómoda ya que ni si quiera los otros miembros de la banda estaban de acuerdo en que se incluyera en su disco de covers, por lo que Axl Rose la grabó solo con la ayuda del guitarrista Carlos Booey ¿la razón? La pieza es una composición original del infame multiasesino Charles Manson. Aparece 2:17 minutos después de "I Don't Care About You" (aunque en las posteriores ediciones del disco está como un track independiente)

 


4) Yeah Yeah Yeahs: Fever to tell – “Poor Song”

También conocida como “Porcelain” es una canción de atmósfera oscura que parece haber sido grabada en un sótano húmedo. Comienza con la voz de Karen O que imita el acorde de una guitarra que se escucha con hueva en la lejanía, acompañada de un pandero y una batería simple. Aparece 1:14 minutos después de Modern Romance. 


 


5) Pearl Jam: Ten – “Master/Slave”

Es una pieza básicamente instrumental, una colección de sonidos raros cuya principal características es una marcada línea de bajo que funciona como intro y cierre del álbum para otorgarle una sensación de redondez. Aparece diez segundos después de la última canción "Release"

martes, 31 de julio de 2012

Tame impala: Menos Beatles y más Pink Floyd



Ante la inminente salida de la segunda placa de la banda australiana Tame Impala en este próximo mes de Octubre, la cual recibirá el nombre de Lonerism, se han liberado un par de temas como adelanto de lo que se viene; siendo el primero “Apocalypse Dreams” que sirve como una muestra que se puede descargar de forma gratuita y legalmente, por si hay remordimiento de conciencia, desde su sitio oficial (o aquí abajito, después de un sencillo registro).


El segundo aperitivo es "Elephant" que funciona como single y punta de lanza, el cual tiene amplias reminiscencias al Pink Floyd post Syd Barrett, con esa marcada línea de bajo falsamente monótona, el órgano Korg que da profundidad a la canción y una agradable sicodelia que no alcanza a malviajar.




Después del maravilloso Innerspeaker (al menos para mí, ya que fue mi disco favorito del 2010), Tame Impala se encuentra ante la difícil prueba del segundo disco, que es donde se forjan las grandes bandas y nos manifiestan realmente de lo que están hechas, ya que el segundo material es en el que generalmente se demuestra el nivel de evolución de su sonido, potencial comercial y la calidad artística, es decir, que no son llamarada de petate; que es donde los grupos del genero indie de la década pasada fracasaron ya que fueron prácticamente, a lo mucho, one record wonders (si es que existe esa expresión) como los ejemplos de Bloc Party, Cansei de Ser Sexy o I'm from Barcelona por mencionar solo algunos, quienes sus primeros discos fueron sumamente celebrados y después sufrieron la sesgada ignominia para sus segundas producciones.

Lo que podemos esperar, y se deduce de los dos tracks liberados, son las guitarras características con progresiones psicodélicas donde los sintetizadores ahora tienen mayor peso engrosando las atmósferas lisérgicas, y voces y coros pasados por filtros, sin perder la frescura que definió su primer material, más macizos pero igual de suavecitos.

Actualmente se encuentran en una gira en norte y sudamericana con la esperanza de que presenten su más reciente material en la ciudad de Guadalajara (¡Hey, los chilangos ya tuvieron la oportunidad de verlos el año pasado en Campo Marte!)

jueves, 26 de julio de 2012

Red Fang, Cerveza y Rock & Roll

Lo primero que viene a la mente al escuchar a Red Fang es un cierto olor añejo, como a libro viejo; sin embargo estos batos de Portland, Oregon sólo tienen dos discos, el homónimo Red Fang de 2009 con la disquera Sargent House (misma que Le Butcherettes), y Murder the Mountains (Relapse Records) de apenas el año pasado.


Tal vez pudieran clasificarse en una onda neo-retro como la de Wolfmother, Tame Impala o Graveyard, revisitando los infalibles riffs hardrockeros e influencias psicodélicas de eso que ahora les ha dado por llamar Stoner Rock, aunque Red Fang más bien se mueve por la escena metalera. Las guitarras distorsionadas van a cargo de Bryan Giles (voz) y David Sullivan, el bajo por Aaron Beam, y la incesante batería de John Sherman conforman el arsenal sonoro con el que pretenden hacerte menear la cabellera.
Justo ahora se encuentran en una intensa gira europea.

Honestamente, no hay mucho que los haga destacar del resto de las agrupaciones del estilo, pero no por eso sus rolas dejan de ser buenas y sus videos, donde muestran un sano sentido del humor, son divertidos. Como que su cotorreo es pistear, echar desmadre y rockanrrolear a todo volumen mientras se gastan el presupuesto del video de su rola Wires, comprando cheves, munchies y destruyendo todo tipo de cosas con un Impala Station Wagon de segunda mano.



O ayudando a la causa del reciclaje vaciando latas para fabricar armaduras y patearles el trasero a un grupo de nerds aficionados a los Juegos de rol live action en el video de Prehistoric Dog.



Al final, ese olor a naftalina se convierte en el fresco aroma de una cerveza recién destapada.

jueves, 19 de julio de 2012

Top 5: ¡Los Pixies cantan en español!



Antes de que se formara la banda, el líder, cantante y principal compositor Charles Michael Kittridge Thompson IV, a.k.a. Frank Black, a.k.a. Black Francis, permaneció durante un semestre de intercambio estudiantil en el campus de Rio Piedras ("la capital de los tecatos" a.k.a. heroinómanos) de la Universidad de Puerto Rico, donde la cultura “latina” (odio esa palabra) se manifestó principalmente en su álbum debut, Surfer Rosa (Elektra Records, 1988) reflejándose desde la portada con algunos de los elementos de lo que sería la iconografía pixie, crucifijos, guitarras y la influencia hispana al incluir letras en español en algunas canciones, representándose a través de una bailarina de flamenco que muestra sus hermosos senos al aire.

Si bien, basta escuchar con atención para darnos cuenta de que su español está lejos de ser perfecto ya que las letras incurren en varios errores gramaticales y de sintaxis; pero como se trata de los Pixies, vamos dejándolo como simples curiosidades (no quiero ni pensar en algún artista nacional que se atreviera a hacer lo mismo porque lo desollaríamos vivo), por lo que en Guanatos City Rocks presentamos el top 5 de canciones en español de los Pixies:  



5.- “Crackity Jones” Contenida en la que se considera la opera magna de la agrupación, Doolittle de 1989, la canción habla sobre José Jones, el compañero de cuarto raro, loco y gay de Frank Black durante el referido intercambio escolar. La canción es de un ritmo punk acelerado y entre las referencias en español se encuentran Paco Picapiedra (a.k.a. Fred Flintstone a.k.a. Pedro Picapiedra), la muñeca, hospedaje y “por goofiar en en crushing automovil” (¿?)

  




4.-“Evil Hearted You” (a.k.a. Corazon de Diablo”) Original de los Yardbirds de 1965, el cover de Pixies apareció como lado B del sencillo "Planet of Sound" de 1991 y es una traducción literal de la rola. Con tintes de lo pretende ser una canción country pero qué más bien son inspirados por las bandas sonoras de los westerns de Enio Morricone, muestran respeto a la pieza original dejando la musicalización prácticamente intacta, en especial el solo de guitarra de Jeff Beck.

  




3.-“Oh my Golly!” De ritmo machacón producido por una batería persistente y la marca de la casa loudQUIETloud (refiriéndose a esos cambios de ritmo y volumen característicos en sus canciones), de aquí se extrae el título del disco Surfer Rosa, y contiene referencias a Puerto Rico y su slang. Es una rola sobre una chica surfera que bien pudiera llamarse Rosa.

  




2.-“Isla De Encanta” Canción poderosa donde las guitarras distorsionadas se hacen presentes desde el comienzo y que solo se callan cuando Black Francis canta y se desgarra las cuerdas vocales. La temática está implícita en el nombre de la canción que, con errores, se refiere al apelativo de Puerto Rico a.k.a. Isla del Encanto.

  




1.- “Vamos” Originalmente grabada para su primera placa discográfica, el EP Come On Pilgrim (Elektra Records, 1987) fue reutilizada en la sesiones de Surfer Rosa convirtiéndose en una de las canciones insignes de la banda, y la primera que escuché de ellos. Comienza con guitarra acústica y un acompañamiento de tambor que apenas varía, un solo de feedback de Joey Santiago divide la canción y una guitarra enloquecida irrumpe para invitarnos a jugar por la playa.

    










Bonus Track.- Santo Incluida en su disco recopilatorio de lados B. Debido a la conocida afición las películas de ciencia ficción, extraterrestres y cine surrealista hubiera estado chido que tratara sobre el “Enmascarado de Plata” pero más bien es sobre prostitutas atrayendo clientes. De ritmo groovie y pachecón el estribillo repite la frase “Te amo le mas, Santo”

      












 *a.k.a. = Also Known As = También conocido como

jueves, 12 de julio de 2012

Corazonadas: War on Drugs


Antes solía perderme por horas en las tiendas de discos escuchando las novedades y mirando las portadas, y había ocasiones excepcionales en las que uno de eso discos vibraba en una frecuencia que conectaba con algo en mi interior, y sin saber nada de esa banda, sin siquiera haber escuchado alguna canción de ellos, leído alguna cosa en una revista o sin que ninguno de mis amigos comentara alguna vez su existencia, compraba ese disco a ciegas siguiendo un instinto. Muy pocas veces fallé con mis corazonadas y esos descubrimientos sin ningún conocimiento previo te hacen sentir que la banda es tuya y que mientras los escuchas solo existen tú y ellos.

Ahora casi no hay tiendas de discos y las publicaciones impresas para obtener recomendaciones musicales están en desuso, no es necesario tener la caja de plástico con la potada frente a tus ojos porque la musica se "compra" en una computadora y el instinto sonoro ha tenido que evolucionar para adaptarse a la web 2.0 donde los blogs han adquirido un papel fundamental en la difusión musical de una agrupación.


Dando el blogroll encontré una entrevista a Kim Gordon (bajista de Sonic Youth) quien decía que entre sus placeres culpables estaba escuchar a Kurt Vile (no tanto porque fuera culposo, sino porque lo escuchaba todo el tiempo) y investigando quién era, encontré a War On Drugs. Inicialmente me fui con la finta y por el nombre pensé que se trataba una banda de rock psicodélico y aunque tienen algunos reverbs, guitarras ensoñadoras y pasajes sonoros etéreos, no encaja dentro de esa categoría.

¿Y entonces a que suena War on Drugs? En este post no me gustaría mucho entrar en descripciones ni adjetivos, pero hay reminiscencias de Bruce Springsteen, Fleetwood Mac, U2 (cuando tocaban chido) y un tono omnipresente de Bob Dylan. Tampoco pretendo clasificarlos en géneros, que si es indie, que si es dream pop o Shoegaze, es música chingona y por algo estoy recomendándolos en este blog.

No he querido averiguar mucho de esta banda y solo he escuchado Slave Ambient (Secretly Canadian, 2011), sé que tienen otro LP y que Kurt Vile una vez que abandonó la agrupación, tiene un par de muy buenos discos como solista, y eso me emociona porque tengo pendiente música nueva que escuchar en el horizonte.

No espero convencer a nadie con estas palabras, y no estoy seguro si War on Drugs le llegará a alguien como me llegó a mí, pero si lo hace, que chido, porque este post habrá cumplido su cometido de recomendar a alguien sin realmente hacerlo.

martes, 3 de julio de 2012

Bloom, el disco primaveral de Beach House

Beach House tiene un estilo muy definido, guitarras que se repiten en una sola nota o en los sencillos arpegios hipnóticos de Alex Scally y una voz muy girly pero no del todo femenina, de Victoria Legrand quien, con su órgano, aporta el toque etereo que los coloca en el subgénero del Dream pop.




Formados en Baltimore, Maryland en 2004, tienen cuatro discos en su haber y Bloom es el más reciente.
Mith es el primer single, el cual puede escucharse en el sitio de Beach House, y también es el primer track de Bloom, lo que no es casualidad ya que las canciones tienen una especie de unidad conceptual (sin que se trate de un disco temático del todo) al encontrarse unidas por pequeños interludios, lo que significa que es un disco diseñado para escucharse en orden de canciones, de principio a fin.

Bloom es un disco hermoso, de armonías y canciones climáticas que van creciendo dentro de su simpleza, Lazuli, New Year, On the Sea (¿donde sea?). Se echa de menos la dulce tristeza que impregnaba su anterior placa, el excelente Zebra; ahora se respira alegría, música bonita.
No hay ninguna rola que se sienta de relleno, Wild, Other People (la cual vienen tocando en sus presentaciones desde el año pasado), The Hours y Wishes van haciendo caminar el disco por senderos de luz sin tener un solo momento bajo, llevando al límite los elementos esenciales de la agrupación. La verdad, dudo mucho que en lo que resta de su carrera, Beach House pueda lograr un álbum mejor que este, lo que augura un nuevo camino para la banda o la condena de repetirse.

La última canción, Irene, es monumental, excitante, el colofón ideal para un disco perfecto, un crescendo que revienta y explota poniéndole fin a un maravilloso material que una vez finalizado, la pista se extiende un par de minutos en total silencio esperando por un track oculto.

Uno de los mejores discos del último año que, según dice la gente ignorante de los mayas, le queda a la humanidad.

Para coraje de hipsters, el disco tiene un enorme potencial comercial y les aseguro que los escucharemos en spots de perfumes, películas y posiblemente en el final de temporada de How I Met Your Mother.