martes, 29 de mayo de 2012

Red Fang, Cerveza y Rock & Roll

Lo primero que viene a la mente al escuchar a Red Fang es un cierto olor añejo, como a libro viejo; sin embargo estos batos de Portland, Oregon sólo tienen dos discos, el homónimo Red Fang de 2009 con la disquera Sargent House (misma que Le Butcherettes), y Murder the Mountains (Relapse Records) de apenas el año pasado.

 
Tal vez pudieran clasificarse en una onda neo-retro como la de Wolfmother, Tame Impala o Graveyard, revisitando los infalibles riffs hardrockeros e influencias psicodélicas de eso que ahora les ha dado por llamar Stoner Rock, aunque Red Fang más bien se mueve por la escena metalera. Las guitarras distorsionadas van a cargo de Bryan Giles (voz) y David Sullivan, el bajo por Aaron Beam, y la incesante batería de John Sherman conforman el arsenal sonoro con el que pretenden hacerte menear la cabellera.

Honestamente, no hay mucho que los haga destacar del resto de las agrupaciones del estilo, pero no por eso sus rolas dejan de ser buenas y sus videos, donde muestran un sano sentido del humor, son divertidos. Como que su cotorreo es pistear, echar desmadre y rockanrrolear a todo volumen mientras se gastan el presupuesto del video de su rola Wires, comprando cheves, munchies y destruyendo todo tipo de cosas con un Impala Station Wagon de segunda mano.

 

 O ayudando a la causa del reciclaje vaciando latas para fabricar armaduras y patearles el trasero a un grupo de nerds aficionados a los Juegos de rol live action en el video de Prehistoric Dog.

 

 Al final, ese olor a naftalina se convierte en el fresco aroma de una cerveza recién destapada.  
Jajaja es la primer vez que me pasa que tengo que cubrir el mismo evento para dos medios diferentes y escribir dos crónicas distintas sobre el mismo evento. No creo haber superado la prueba y creo que ambas crónicas son muy parecidas, pero se me hizo chido el ejercicio y traté de ser profesional al no mandar el mismo escrito para ambos blogs, no sé lo que ustedes piensen, va el primero:


Crónica de The Rapture en Guadalajara


Viernes por la tarde en la ciudad de Guadalajara, el cielo oscurecido da descanso al inclemente clima que ha azotado a la ciudad los últimos días. Es una tarde muy hermosa como para ir a casa a esperar que comience la fiesta, así que me dirijo con la Hermandad del Gallo para jugar ping-pong, destapar unas caguamas y poner rolas de Spaceman 3, Sonic Youth, B.R.M.C y hacer tiempo para la presentación de The Rapture.

A pesar de que el anuncio de su concierto se dio poquísimos días antes, mucha gente no estaba enterada y se sentía que era una especie de presentación secreta, pero la efectividad de las redes sociales se había encargado de esparcir la noticia; al caminar bajo un leve llovizna que no llegaba a “mojapendejos” por la colonia Americana rumbo a plaza de la República, la fauna hipster ya atiborraba el lugar (pero solo los hipsters posers, los auténticos seguro se fueron a una fiesta que no estuvo tan chida porque divertirse es too mainstream). Me sentí orgulloso de vivir en Guadalajara, una ciudad donde estos conciertos son gratuitos (mientras que en el DF los boletos costaron entre 450 y 1,000 baros), los bares de Chapultepec estaban repletos de chicas hermosas y el viento refrescaba con cierto aroma a tierra mojada.

Surtidos con cervezas, ocupamos nuestro lugar en una de las jardineras al fondo de la plaza para seguir nuestra fiesta, podíamos ubicarnos más adelante ya que la gente no estaba tan aperrada y se podía bailar con libertad, pero Guanatos no es una ciudad que se ponga a bailar fácilmente con cualquier grupo, hay que ganársela, por lo que la primera mitad del concierto fue para ir tanteando a los Neoyorkinos. Comenzaron con un par de canciones de su reciente material In the Grace of Your Love (reseñado aquí) (DFA Records, 2011) para ir calentando los motores. Conforme avanzaba la presentación la gente seguía llegando y se tuvo que cerrar uno de los sentidos de la Av. México.

Para cuando House of Jealous Lovers sonó, comenzó a prenderse un concierto que no terminaba de explotar, aunque ya había quienes comenzaron a invadir el otro carril de av. México para ponerse a payasear frente a los carros que trataban de circular, una vez que el automovil podía avanzar, salía otro bailarín al paso por lo que las autoridades de vialidad tuvieron que cerrar completamente la calle. El escenario se veía chingón, una especie de concha o iglú iluminado por luces multicolores y al fondo el Obelisco que resaltaba en el cielo de la noche. La música de The Rapture amenizaba la peda callejera y la caguama banquetera y mucho ayudaba que la banda andubiera borracha para que se animara el concierto; cuando tocaron Echoes la plaza se puso a bailar, aunque ya era demasiado tarde porque ahí terminó su setlist.

Al grito de “Muchas gracias amigos”, regresaron acompensar el baile que apenas comenzó al final del concierto con un encoré de tres canciones de las nuevas y terminaron involucrando al público que se quedó con ganas de fiesta. La gente no se quería ir y la gran mayoría nos quedamos en nuestros lugares para terminar las cervezas, ver a las muchachas pasar y conectarse a los smartphones buscando a algún amigo que también estuviera ahí. Los organizadores del vodka Absolut repartían lentes tipo wayfarer blancos que dejaban claro su público target; los modeloramas aledaños lucían refrigeradores apocalípticamente vacíos y los pepenadores recolectaban las latas de aluminio. La noche era joven y teníamos una ciudad que explorar.


Ahora, va la segunda crónica


La casa de los amantes celosos, The Rapture en Guadalajara



Una ligera lluvia refrescaba y traía consigo el olor de la ciudad la tarde del viernes, la brisa se acompañaba con cierto aroma a fiesta. Pocos días antes se había anunciado la presentación de la banda neoyorkina The Rapture de forma gratuita en la ciudad y a manera de “la nueva correr la voz de oreja a oreja” (entiéndase Twitter y Facebook) la gente comenzaba a ocupar la plaza de la República.

Antes de llegar al lugar, detrás del escenario, había una pasarela donde al parecer se realizó un desfile de modas, pero el verdadero desfile estaba en la calle con las hermosas tapatías de vestidos ligeros que a pesar de lo fresco de la tarde hacían que uno se sintiera afortunado de vivir en esta ciudad donde las chicas son guapas, las calles bonitas y hay conciertos gratuitos.

La presentación comenzó puntualmente alrededor de las 8 y la audiencia no dejó de llegar en ningún momento. Arrancaron con “In the Grace of Your Love” y “Never Die Again” de su más reciente material In the Grace of Your Love (DFA Records, 2011), pero Guadalajara, fiel a su tradición, no se dejó seducir a las primeras notas. Tuvo que llegar su mega hit, “House of Jealous Lovers” para más o menos poner a mover a la gente que utilizaba a la banda como música de fondo para la peda callejera. Las vinaterías aledañas presumían interminables colas de los que estaban más preocupados por agarrar la fiesta que escuchar al grupo, y es que The Rapture no es la misma banda que reventó las pistas de baile en 2003 con eso que les dio por llamar dance-punk, además 2003 queda muy lejos.

The Rapture es un grupo más mesurado y maduro que el que grabó Echoes (2003, Strummer/Universal), su tono es menos desenfrenado y sin dejar sus elementos característicos, ritmos bailables y un fuerte ritmo marcado por el bajo, ahora las guitarras están contenidas y sirven más a un sonido de raíces profundas que al grito desaforado y desmadroso. Ya habían dado signos de estos cambios en Pieces of the People We Love (Motown/Universal2006) y se agradece que busquen la evolución y no encasillarse, sin embargo también es cierto que la intensidad de su música ha disminuido y se disfruta con reservas.

Lo mejor vendría en la parte final del concierto, “Whoo! Alright - Yeah... Uh Huh” despertó a la gente y para “Echoes” la plaza de la República se desbordaba en baile por lo que tuvieron que cerrar los dos carriles de la av. México. Después vino el encore con “Children, “Miss You y “How Deep Is Your Love?Pero no fue suficiente, los tapatíos que se quedaron con ganas de fiesta y muchos permanecimos en la plazoleta para terminar las cervezas, ver a los amigos y buscar dónde seguirla.

martes, 22 de mayo de 2012

Una buena canción: Un Buen Día- Los Panetas


Me he despertado casi a las diez
y me he quedado en la cama
más de tres cuartos de hora,
y ha merecido la pena.

Probablemente hayas escuchado miles de veces una canción sin prestarle mucha atención considerándola una buena tonada, pero una vez que agudizas el oído y prestas cuidado a la letra, te encuentras ante un tesoro. La voz nasal, casi gangosa de J, el cantante de la banda española Los Planetas, no facilita desentrañar sus rolas pero en “Un buen día” hay una de enorme calidad literaria, narrada en primera persona y en un excelente pretérito perfecto.

Ha entrado el sol por la ventana,
 y han brillado en el aire 
algunas motas de polvo.
 He salido a la ventana
 y hacía una estupenda mañana.

La hermosa letra no deja lugar a retoricas rebuscadas. Dentro de su simpleza, de forma clara y directa que no da lugar a interpretaciones, sugiere una historia de desamor o ausencia implícita detrás de lo que dicen, ya saben, algo así como “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”


He bajado al bar para desayunar 
y he leído en el Marca 
que se ha lesionado el niñato. 
Y no me he acordado de ti hasta pasado un buen rato.

Con un ritmo repetitivo, casi monótono, de tres acordes en lo que parece una guitarra de 12 cuerdas al estilo folk-rock de The Birds, nos pone en un estado de ensoñación sin necesidad de recurrir a las murallas de guitarras distorsionadas características de la banda granadina. Así mismo, el discreto sintetizador Moog irrumpe y expande la melodía.

Luego han venido estos por aquí
y nos hemos bajado
a tomarnos unas cañas,
y me he reído con ellos

La canción está llena de regionalismos españoles, como ir a tomar unas cañas, andar en motonetas, tebeos de Spider-man, el periódico deportivo Marca e interminables noches de marcha, que lejos de avergonzarles (como sucede en otros lugares de cuyo nombre no me quiero acordar), los introducen con orgullo al grado de llegar a dedicar un EP homenaje a la música flamenca y a Manolo Caracol en Cuatro Palos de 2009 (Sony Music Entertainment).

He estado durmiendo hasta las seis 
y después he leído unos tebeos de Spiderman, 
que casi no recordaba. 
Y he salido de la cama

No es casualidad que Unidad de Desplazamiento (RCA – BMG del año 2000 y reeditado en vinilo por la propia banda para Ejército Rojo en 2011) sea el primer álbum del grupo donde vengan las letras de las canciones. “Un Buen Día” está llena de imágenes, recuerdos en la búsqueda infructuosa del olvido, un vacío existencial que trata de llenarse con la rutina y una extraña sensación de bienestar en la que siempre termina imponiéndose la tristeza, impregnando con un tono melancólico la totalidad de la canción.

He puesto la tele y había un partido
y Mendieta ha marcado 
un gol realmente increíble.
Y me he puesto triste el momento justo antes de irme

Gaizka Mendieta fue un ídolo del Valencia CF donde militó desde 1992 a 2001 y aunque Los Planetas son aficionados manifiestos del Barcelona, el gol del que habla esta canción de veras es realmente increíble (hasta parece que va a romper la red).

 

 El tema contiene otra referencia futbolística “y he leído en el Marca que se ha lesionado el Niñato” refiriéndose al Raúl “El Ángel de Madrid”. Su gusto futbolero se manifiesta en otras rolas como La Copa de Europa” y su vocación antimadridista en El artista Madridista”


Había quedado de nuevo a las diez
y he bajado en la moto hacia los bares de siempre,
donde quedaba contigo,
y no hacía nada de frío.

La canción fue censurada en la radio por hacer referencias a las drogas, sin embargo Los Planetas no se molestaron en cambiar los nombres para garantizar el anonimato ya que Eric de la canción es Ernesto "Eric" Jiménez Linares, baterista de la banda. Cuenta la leyenda que existe una versión donde se cambió la línea (yo nunca la he oído) “y nos hemos metido cuatro millones de rayas" por "y he leído en El Marca que se ha lesionado el de rayas"


He estado con Eric hasta las seis 
y nos hemos metido cuatro millones de rayas. 
Y no he vuelto a pensar en ti hasta que he llegado a casa, 
y ya no he podido dormir como siempre me pasa.

viernes, 18 de mayo de 2012

Awolnation, sinfonías megalíticas

Es agradable cuando estas falto de escuchar algo novedoso y recurres con éxito a tus amigos en las redes sociales para que te recomienden una buena banda nueva. Éste fue el caso con Awolnation de quienes no sabía nada hasta hace unos pocos meses.

Formados en Los Angeles, California por su frontman Aaron Bruno, quien pertenecía a Under the Influence of Giants y anteriormente a la banda emo-punk Home Town Hero, tienen en su haber el EP Back from Earth (Red Bull Records, 2010) y el larga duración Megalithic Symphony (Red Bull Records, 2011) que les significó el éxito con la proyección de “Sail”, su primer single el cual alcanzó a colarse en las listas de popularidad y se vendió para varios comerciales, series y cortinillas de televisión, hasta el grado de que Macy Gray les hizo un cover.

Awolnation es estos grupos que rompen etiquetas y son difíciles de clasificar, que utilizan elementos tanto del dance y la música electrónica como del rock, generando un sonido que bien podría ser pop con actitud; tal vez en momentos recuerde a Mika, pero Awolnation tienen más huevos (solo un poco, tampoco tantos). Su música es bastante agradable y te pone de buen humor, coros sing along y gritos desgarradores que contrastan con las melodías fresas que se quedan tarareando en la mente el resto de día después de oírlos.

Podemos encontrar algunas partes rapeadas en “Knights of Shame”, la última canción del disco, cuya duración es de 15 minutos (incluyendo el silencio para un breve track oculto) y que se promociona de manera interesante en la página oficial, ya que hay una especie de trailer de lo que parece ser su próximo video; que sigue al simpático “Not Your Fault” realizado con la artesanal, y en desuso, técnica de stop motion para animar monitos de plastilina y que inclusive cuenta con un juego para Android (gratuito, por supuesto, ni que fuera la itunes store) basado en el video.
 

  Se presentaron en festival de Coachella al mismo tiempo que Radiohead y aunque no los vi, estoy seguro que su actuación fue más divertida que la de los ingleses. Como dicen en su canción “People”, agradecen a quienes los oyen por primera vez, o de nueva cuenta o a los que no les gusta su cotorreo y es la última vez que los escuchan.  

Por cierto, se aceptan recomendaciones sobre nuevas bandas  

lunes, 14 de mayo de 2012

Guadalajara, rancho cosmopolita

Este post ha sido hasta el momento el que mejor respuesta ha tenido de los que he escrito en la página donde estoy colaborando, curiosamente su estilo es como si lo hubiera escrito para Guanatos City Rocks por lo que siento que aquí es donde pertenece





Soy de la idea de que se puede medir qué tan cosmopolita es una ciudad gracias a su oferta cultural.Guadalajara siempre se ha considerado por los chilangos como un “ranchote” y las arraigadas costumbres conservadoras y moralistas de ciertos sectores de la sociedad no ayudan a desmentir esa fama. Sin embargo las cosas no tienen por qué ser siempre así y como les demostraré a continuación, no lo son. Basta salir a sus calles para ver que el ranchote se ha transformado en una urbe acostumbrada a recibir una muy variada y saludable oferta de conciertos que han dejado de envidiar a la capital.
Guadalajara ha sido sede de conciertos realmente memorables, siendo el primero el de Rod Steward en 1989, que inauguraría la llegada a nuestras tierras de artistas de renombre internacional (recuerden que Queen no visitó Guanatos), seguiría la presentación de Bon Jovi en 1990 y mi primer concierto y uno de mis favoritos, Iron Maiden en el desaparecido estadio del desaparecido equipo de beisbol Charros de Jalisco. Habría que acostumbrarnos pronto a cambiar los bailes de los Bukis y Vicente Fernández en el Rio Nilo Music Hall por gigantes del rock con el recital de Guns n´Roses viviendo su mejor momento en el estadio Jalisco en 1993 y unos incipientes Radiohead y su, en aquel entonces, one-hit-wonder  “Creep” en el Roxy con un Tom York casi albino.
Desde la mitad de los 90´s a mediados de los dosmiles (¿así se dice? ¿dosmiles?) la ciudad fue testigo del asenso y consolidación del rock mexicano y latinoamericano en general, Caifanes yJaguares en el Auditorio Benito Juárez, Maldita Vecindad y el primer slam masivo en la explanada de la Expo, el Tri en la Concha Acústica y Soda Stereo en la Plaza de toros, Illya KuryakiTodos tus muertos y Babasónicos en el Hard Rock Live y Café Tacuba y el Gran Silencio en un concierto gratuito en Plaza Juárez (donde se pone el “tianguis cultural”)
Tampoco es fácil olvidar la demoledora presentación de Mano Negra en el Roxy (con un legendario portazo) y Manu Chao en la Concha Acústica donde la gente pedía más y más y Manu tuvo que repetir canciones. Roger Waters tocó completito el Dark Side of The Moon con una nube de humo cannábico flotando por encima del estadio 3 de Marzo y el festival Motorokr de 2008 nos dio la oportunidad de ver a NINFlaming Lips Stone Temple Pilots con un solo boleto.
También están aquellos que se niegan a dejar de roer el hueso ya que sus épocas gloriosas quedaron muy atrás; con años de retraso se dignaron a visitar la ciudad y se han presentado para y tocar sus viejos clásicos bandas como Deep PurpleJethro TullPixiesAlan Parsons ProjectAerosmith, Tears for Fears, Judas Priest Santana quien a pesar de ser “Jalisquillo” sus recitales son relativamente recientes.
Los conciertos se han convertido, más que en un evento especial e inolvidable,  en “algo que hacer”, un evento social para “salir” el fin o el pretexto ideal para enfiestarse entre semana, el “no me lo puedo perder porque todo mundo estará ahí” como fue el caso de las presentaciones de Lady GagaBlack Eyed PeasCold Play y Metallica. Afortunadamente la oferta es muy variada y los tapatíos hemos aprendido a exigir espectáculos de calidad para todos los gustos y personalmente me he visto en el penoso dilema burgués de tener que sacrificar a una banda por ver a otra.
¿En qué rancho se puede ver a Los Auténticos decadentesPaul McCartney y Bob Dylan en una misma semana?

lunes, 7 de mayo de 2012

Una noche inolvidable con Paul McCartney en Guadalajara



La luna llena brillaba en el cielo de Guadalajara por encima de las cenizas del bosque que rodea al estadio de las Chivas, supongo que el nervio que llenaba mi pecho al caminar rumbo a mi lugar lo compartíamos todos los que estábamos ahí, la emoción flotaba en el aire; para muchos sería la primer vez que veríamos a Paul McCarney y esto era lo más cerca que podíamos estar de presenciar un concierto de Los Beatles.

Las cervezas corrían con fluidez y cuando las luces se apagaron para mostrar a Paul ocupando el escenario, el rumor de la gente inundó el lugar al sonar los primeros acordes de “Magical Mystery Tour. No podía creer lo que estaba presenciando, cuando vino aquella vez en 1993 con The New World Tour era demasiado joven para ir al DF a verlo,  regresó con la Driving Tour de 2002 (donde conformó al excelente grupo de músicos que desde entonces lo acompañan) pero yo era demasiado pobre, afortunadamente pude ver su presentación por internet para la Up and coming tour de 2010 y ahora mis oídos eran testigos directos de aquellas canciones que tantas veces he escuchado en mi vida.

Paul McCartney es un tipo al que le gusta su trabajo, se nota, su desempeño en el escenario es desenvuelto y se permite bromear y hacer pasitos mamones. Sucedieron las rolas de rigor “Paperback Writer”, “The Long and Winding Road”, “I’ve Just Seen a Face”, “Ob-La-Di, Ob-La-Da” (que no se salvó del cliché en estas tierras de ser acompañada por un mariachi) y las clásicas de su otra bandaWings Jet,Let Me Roll It,Band on the Run y Live and Let Die“ que iluminó el cielo y el escenario con fuegos pirotécnicos. Para cuando tocó “Blackbird”, unas lágrimas se me escaparon, no es que esa canción sea mi preferida pero supongo que el llanto era inevitable, no había algún pensamiento en particular que escurriera por mis ojos, simplemente una sensación de agradecimiento invadía mi ser, estar rodeado de mis personas queridas escuchando la música con la que crecí y a pesar de que Paul compuso esas canciones, pertenecen a todos los que las hemos hecho nuestras escuchando sus discos, a los que meneaban las manos rítmicamente en aire, a John, a George, a Linda y a todos los que ya no están aquí.

Los visuales diseñados específicamente para acompañar a cada una de las canciones en las enormes pantallas que flanqueaban el escenario merecían atención a parte, mostraban imágenes personales de su época con los Beatles, fotografías de sus hijos, de la enorme luna que brillaba por encima del estadio, de nuestro planeta tierra flotando solitario en el universo. Pero me concentré en la música, prometí escuchar y no cantar junto a él como es costumbre en los conciertos, sin embargo me clavé en los coros que magníficamente interpretan sus músicos de acompañamiento Paul Wix WickensRusty Anderson,Brian Ray y en específico, Abe Laboriel Jr quien sobresale y participa activamente en el espectáculo. Para estar en un estadio de fútbol donde la afición forzosamente está dividida, esta vez todos estábamos unidos para cantar juntos “Na na na nara na na, nara na na, hey Jude


Después de casi tres horas de concierto y setenta años encima, no es necesario gritarle “culeeeeeeroooooo, culeeeeeeroooooo” para que salga otra vez. Para el segundo encore  nos puso a bailar con la que fue mi favorita de la noche “I Saw Her Standing There” cerrando con el meddle final del Abbey Road: Golden Slumbers“, “Carry That Weight” y “The End” Después de esto o hay nada más que hacer que apagar las luces y marcharnos del estadio.