martes, 31 de julio de 2012

Tame impala: Menos Beatles y más Pink Floyd



Ante la inminente salida de la segunda placa de la banda australiana Tame Impala en este próximo mes de Octubre, la cual recibirá el nombre de Lonerism, se han liberado un par de temas como adelanto de lo que se viene; siendo el primero “Apocalypse Dreams” que sirve como una muestra que se puede descargar de forma gratuita y legalmente, por si hay remordimiento de conciencia, desde su sitio oficial (o aquí abajito, después de un sencillo registro).


El segundo aperitivo es "Elephant" que funciona como single y punta de lanza, el cual tiene amplias reminiscencias al Pink Floyd post Syd Barrett, con esa marcada línea de bajo falsamente monótona, el órgano Korg que da profundidad a la canción y una agradable sicodelia que no alcanza a malviajar.




Después del maravilloso Innerspeaker (al menos para mí, ya que fue mi disco favorito del 2010), Tame Impala se encuentra ante la difícil prueba del segundo disco, que es donde se forjan las grandes bandas y nos manifiestan realmente de lo que están hechas, ya que el segundo material es en el que generalmente se demuestra el nivel de evolución de su sonido, potencial comercial y la calidad artística, es decir, que no son llamarada de petate; que es donde los grupos del genero indie de la década pasada fracasaron ya que fueron prácticamente, a lo mucho, one record wonders (si es que existe esa expresión) como los ejemplos de Bloc Party, Cansei de Ser Sexy o I'm from Barcelona por mencionar solo algunos, quienes sus primeros discos fueron sumamente celebrados y después sufrieron la sesgada ignominia para sus segundas producciones.

Lo que podemos esperar, y se deduce de los dos tracks liberados, son las guitarras características con progresiones psicodélicas donde los sintetizadores ahora tienen mayor peso engrosando las atmósferas lisérgicas, y voces y coros pasados por filtros, sin perder la frescura que definió su primer material, más macizos pero igual de suavecitos.

Actualmente se encuentran en una gira en norte y sudamericana con la esperanza de que presenten su más reciente material en la ciudad de Guadalajara (¡Hey, los chilangos ya tuvieron la oportunidad de verlos el año pasado en Campo Marte!)

jueves, 26 de julio de 2012

Red Fang, Cerveza y Rock & Roll

Lo primero que viene a la mente al escuchar a Red Fang es un cierto olor añejo, como a libro viejo; sin embargo estos batos de Portland, Oregon sólo tienen dos discos, el homónimo Red Fang de 2009 con la disquera Sargent House (misma que Le Butcherettes), y Murder the Mountains (Relapse Records) de apenas el año pasado.


Tal vez pudieran clasificarse en una onda neo-retro como la de Wolfmother, Tame Impala o Graveyard, revisitando los infalibles riffs hardrockeros e influencias psicodélicas de eso que ahora les ha dado por llamar Stoner Rock, aunque Red Fang más bien se mueve por la escena metalera. Las guitarras distorsionadas van a cargo de Bryan Giles (voz) y David Sullivan, el bajo por Aaron Beam, y la incesante batería de John Sherman conforman el arsenal sonoro con el que pretenden hacerte menear la cabellera.
Justo ahora se encuentran en una intensa gira europea.

Honestamente, no hay mucho que los haga destacar del resto de las agrupaciones del estilo, pero no por eso sus rolas dejan de ser buenas y sus videos, donde muestran un sano sentido del humor, son divertidos. Como que su cotorreo es pistear, echar desmadre y rockanrrolear a todo volumen mientras se gastan el presupuesto del video de su rola Wires, comprando cheves, munchies y destruyendo todo tipo de cosas con un Impala Station Wagon de segunda mano.



O ayudando a la causa del reciclaje vaciando latas para fabricar armaduras y patearles el trasero a un grupo de nerds aficionados a los Juegos de rol live action en el video de Prehistoric Dog.



Al final, ese olor a naftalina se convierte en el fresco aroma de una cerveza recién destapada.

jueves, 19 de julio de 2012

Top 5: ¡Los Pixies cantan en español!



Antes de que se formara la banda, el líder, cantante y principal compositor Charles Michael Kittridge Thompson IV, a.k.a. Frank Black, a.k.a. Black Francis, permaneció durante un semestre de intercambio estudiantil en el campus de Rio Piedras ("la capital de los tecatos" a.k.a. heroinómanos) de la Universidad de Puerto Rico, donde la cultura “latina” (odio esa palabra) se manifestó principalmente en su álbum debut, Surfer Rosa (Elektra Records, 1988) reflejándose desde la portada con algunos de los elementos de lo que sería la iconografía pixie, crucifijos, guitarras y la influencia hispana al incluir letras en español en algunas canciones, representándose a través de una bailarina de flamenco que muestra sus hermosos senos al aire.

Si bien, basta escuchar con atención para darnos cuenta de que su español está lejos de ser perfecto ya que las letras incurren en varios errores gramaticales y de sintaxis; pero como se trata de los Pixies, vamos dejándolo como simples curiosidades (no quiero ni pensar en algún artista nacional que se atreviera a hacer lo mismo porque lo desollaríamos vivo), por lo que en Guanatos City Rocks presentamos el top 5 de canciones en español de los Pixies:  



5.- “Crackity Jones” Contenida en la que se considera la opera magna de la agrupación, Doolittle de 1989, la canción habla sobre José Jones, el compañero de cuarto raro, loco y gay de Frank Black durante el referido intercambio escolar. La canción es de un ritmo punk acelerado y entre las referencias en español se encuentran Paco Picapiedra (a.k.a. Fred Flintstone a.k.a. Pedro Picapiedra), la muñeca, hospedaje y “por goofiar en en crushing automovil” (¿?)

  




4.-“Evil Hearted You” (a.k.a. Corazon de Diablo”) Original de los Yardbirds de 1965, el cover de Pixies apareció como lado B del sencillo "Planet of Sound" de 1991 y es una traducción literal de la rola. Con tintes de lo pretende ser una canción country pero qué más bien son inspirados por las bandas sonoras de los westerns de Enio Morricone, muestran respeto a la pieza original dejando la musicalización prácticamente intacta, en especial el solo de guitarra de Jeff Beck.

  




3.-“Oh my Golly!” De ritmo machacón producido por una batería persistente y la marca de la casa loudQUIETloud (refiriéndose a esos cambios de ritmo y volumen característicos en sus canciones), de aquí se extrae el título del disco Surfer Rosa, y contiene referencias a Puerto Rico y su slang. Es una rola sobre una chica surfera que bien pudiera llamarse Rosa.

  




2.-“Isla De Encanta” Canción poderosa donde las guitarras distorsionadas se hacen presentes desde el comienzo y que solo se callan cuando Black Francis canta y se desgarra las cuerdas vocales. La temática está implícita en el nombre de la canción que, con errores, se refiere al apelativo de Puerto Rico a.k.a. Isla del Encanto.

  




1.- “Vamos” Originalmente grabada para su primera placa discográfica, el EP Come On Pilgrim (Elektra Records, 1987) fue reutilizada en la sesiones de Surfer Rosa convirtiéndose en una de las canciones insignes de la banda, y la primera que escuché de ellos. Comienza con guitarra acústica y un acompañamiento de tambor que apenas varía, un solo de feedback de Joey Santiago divide la canción y una guitarra enloquecida irrumpe para invitarnos a jugar por la playa.

    










Bonus Track.- Santo Incluida en su disco recopilatorio de lados B. Debido a la conocida afición las películas de ciencia ficción, extraterrestres y cine surrealista hubiera estado chido que tratara sobre el “Enmascarado de Plata” pero más bien es sobre prostitutas atrayendo clientes. De ritmo groovie y pachecón el estribillo repite la frase “Te amo le mas, Santo”

      












 *a.k.a. = Also Known As = También conocido como

jueves, 12 de julio de 2012

Corazonadas: War on Drugs


Antes solía perderme por horas en las tiendas de discos escuchando las novedades y mirando las portadas, y había ocasiones excepcionales en las que uno de eso discos vibraba en una frecuencia que conectaba con algo en mi interior, y sin saber nada de esa banda, sin siquiera haber escuchado alguna canción de ellos, leído alguna cosa en una revista o sin que ninguno de mis amigos comentara alguna vez su existencia, compraba ese disco a ciegas siguiendo un instinto. Muy pocas veces fallé con mis corazonadas y esos descubrimientos sin ningún conocimiento previo te hacen sentir que la banda es tuya y que mientras los escuchas solo existen tú y ellos.

Ahora casi no hay tiendas de discos y las publicaciones impresas para obtener recomendaciones musicales están en desuso, no es necesario tener la caja de plástico con la potada frente a tus ojos porque la musica se "compra" en una computadora y el instinto sonoro ha tenido que evolucionar para adaptarse a la web 2.0 donde los blogs han adquirido un papel fundamental en la difusión musical de una agrupación.


Dando el blogroll encontré una entrevista a Kim Gordon (bajista de Sonic Youth) quien decía que entre sus placeres culpables estaba escuchar a Kurt Vile (no tanto porque fuera culposo, sino porque lo escuchaba todo el tiempo) y investigando quién era, encontré a War On Drugs. Inicialmente me fui con la finta y por el nombre pensé que se trataba una banda de rock psicodélico y aunque tienen algunos reverbs, guitarras ensoñadoras y pasajes sonoros etéreos, no encaja dentro de esa categoría.

¿Y entonces a que suena War on Drugs? En este post no me gustaría mucho entrar en descripciones ni adjetivos, pero hay reminiscencias de Bruce Springsteen, Fleetwood Mac, U2 (cuando tocaban chido) y un tono omnipresente de Bob Dylan. Tampoco pretendo clasificarlos en géneros, que si es indie, que si es dream pop o Shoegaze, es música chingona y por algo estoy recomendándolos en este blog.

No he querido averiguar mucho de esta banda y solo he escuchado Slave Ambient (Secretly Canadian, 2011), sé que tienen otro LP y que Kurt Vile una vez que abandonó la agrupación, tiene un par de muy buenos discos como solista, y eso me emociona porque tengo pendiente música nueva que escuchar en el horizonte.

No espero convencer a nadie con estas palabras, y no estoy seguro si War on Drugs le llegará a alguien como me llegó a mí, pero si lo hace, que chido, porque este post habrá cumplido su cometido de recomendar a alguien sin realmente hacerlo.

martes, 3 de julio de 2012

Bloom, el disco primaveral de Beach House

Beach House tiene un estilo muy definido, guitarras que se repiten en una sola nota o en los sencillos arpegios hipnóticos de Alex Scally y una voz muy girly pero no del todo femenina, de Victoria Legrand quien, con su órgano, aporta el toque etereo que los coloca en el subgénero del Dream pop.




Formados en Baltimore, Maryland en 2004, tienen cuatro discos en su haber y Bloom es el más reciente.
Mith es el primer single, el cual puede escucharse en el sitio de Beach House, y también es el primer track de Bloom, lo que no es casualidad ya que las canciones tienen una especie de unidad conceptual (sin que se trate de un disco temático del todo) al encontrarse unidas por pequeños interludios, lo que significa que es un disco diseñado para escucharse en orden de canciones, de principio a fin.

Bloom es un disco hermoso, de armonías y canciones climáticas que van creciendo dentro de su simpleza, Lazuli, New Year, On the Sea (¿donde sea?). Se echa de menos la dulce tristeza que impregnaba su anterior placa, el excelente Zebra; ahora se respira alegría, música bonita.
No hay ninguna rola que se sienta de relleno, Wild, Other People (la cual vienen tocando en sus presentaciones desde el año pasado), The Hours y Wishes van haciendo caminar el disco por senderos de luz sin tener un solo momento bajo, llevando al límite los elementos esenciales de la agrupación. La verdad, dudo mucho que en lo que resta de su carrera, Beach House pueda lograr un álbum mejor que este, lo que augura un nuevo camino para la banda o la condena de repetirse.

La última canción, Irene, es monumental, excitante, el colofón ideal para un disco perfecto, un crescendo que revienta y explota poniéndole fin a un maravilloso material que una vez finalizado, la pista se extiende un par de minutos en total silencio esperando por un track oculto.

Uno de los mejores discos del último año que, según dice la gente ignorante de los mayas, le queda a la humanidad.

Para coraje de hipsters, el disco tiene un enorme potencial comercial y les aseguro que los escucharemos en spots de perfumes, películas y posiblemente en el final de temporada de How I Met Your Mother.