Los días siguientes fueron de mucho sueño, muchas siestas inmerecidas, ocio inútil y un amargamiento por la sobriedad de fin de semana, me dolía la espalda por estar acostado tanto tiempo pero no quería moverme ni hacer nada. Yo sé que eso es parte de la depresión ocasionada por no escribir, pero no sé, a veces creo que lo que hago es tratar de valer madre todo lo que pueda hasta tocar fondo y ver si así reacciono, pero no lo hecho y no veo la manera de salir de esto. Por eso Flor me llevó de compras y un par de tenis nuevos llenaron (y todavía lo siguen haciendo) ese vacío, después fuimos al cine a ver la de los 6 Signos de la Luz, que no me gustó pero sirvió para matar el tiempo (aunque yo hubiera preferido matar la rata); una llamada nos invitaba a una fiesta donde prometía que habría buen vino pero no quise ir, y mejor fui a casa para ver las dos equis que pasan en el cable por las noches. Chaquetita y a dormir.
EL domingo fui al centro con el Choco y su novia para ver unas pendejadas sobre su boda. Me gusta el centro de Guadalajara; mucha gente con playeras de las Chivas que no se esconden a pesar de perder el clásico, pintores callejeros asoleándose frente al Degollado dibujando la catedral, payasos y mimos, títeres y trovadores, viejas chulas por donde quiera y los jotos de siempre, una cervezas en las sombrillas y el calorcito rico que hace que se olviden los fríos días que la gente augura que están por venir. Aunque yo siempre he dicho que la gente aquí en Guadalajara es bien exagerada, y todos los años dice que está haciendo más calor y más frío que todos los años anteriores, y a las primeras muestras de frescor otoñal, desempolvan los abrigos y gabardinas del closet y salen a asarse a la calle como si estuvieran en Nueva York o algo así.
Después una reunión familiar y las aburridas pláticas de siempre.
Yo creo que por eso rompí un poco la sobriedad que según yo llevaba; tres vasos de cerveza y dobletear el platillo de la comida para quedarme profundamente dormido mientras las Chivas le clavaban 3 al Puebla. Cuando desperté ya todos se habían ido y me fui a casa para ver Cashback que es una especie de comedia romántica un poco extraña, que me recordó un tanto a los comic de Daniel Clowes, de los cuales no he leído ni uno, pero he visto las películas de Ghost Wold y Art School Confidential y más o menos por ahí va la cosa. Dormir.
Ahí soñé contigo y se me hace raro porque no suelo recordar los sueños pero tu imagen todavía es clara, tu sonrisa fresca y sincera, y tus ojos limpios y claros y puros que realmente dejan ver a través de ellos y tu presencia que hace que mi piel se estremezca sin tocarte y el que estés parada frente a mí es lo mejor que puede pasar en el mundo y no me importa que no se me ocurra nada que escribir, no me importa ser un fracasado porque en ese momento soy casi completamente feliz, pero bueno, como dicen los Rollings: No siempre puedes tener lo quieras, pero si lo intentas algunas veces, tal vez podrás encontrar que tienes lo que necesitas.
Todavía sigo dormido.
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