lunes, 31 de agosto de 2009

Misread

Tarde del viernes, solo, celoso y borracho. No tuve deseos de ir al cine, la apatía me inundaba y fui a casa de mis papas a jugar nintendo con mi sobrina mientras atacaba el segundo six de cerveza. En algún momento ella me dijo que olía feo, supongo que era el alcohol que ya había invadido mis glándulas sudoríparas, supongo que ese olor es el mismo que tú a veces detectabas y me señalabas sin que yo hiciera mucho caso. En la televisión daban Indiana Jones y la Ultima Cruzada y me puse a escribir un post super ardilla que pensaba publicar aquí pero afortunadamente no pude porque la computadora no quiso conectarse a internet, que bueno, porque seguramente me hubiera arrepentido, me acoste con un sentimiento culero atravezado en el pecho.



Al día siguiente me levanté y estuve aguantándome el hambre un par de horas y me salí a la calle para arreglar mis audífonos, fui al centro y me perdí a propósito en sus calles, tratando de pasar por lugares por lo que no lo había hecho nunca o hacía mucho tiempo que no pasaba, hasta que llegué al Parián (nunca había entrado ahí) y me di una vuelta, yo tenía entendido que ahí había varios radiotécnicos y huesarios de electrodomésticos pero solo encontré puestos de juguetes chinos y películas pornos piratas. Me dio agüite porque tendría que deshacerme de mis audífonos y comprar unos nuevos, y ya me iba para San de Dios a buscarlos cuando se me ocurrió mejor comprarlos en las tiendas de electrónicos y audio que hay sobre Juárez o Lopez Cotilla, pero no quería darme por vencido así de fácil, así que pregunte en un taller de reparación de bocinas y me dijeron que en Parían me los arreglaban, y yo pensé, "¿pero pues dónde? de ahí vengo y solo había chingaderas chinas a la venta", y pregunte que donde quedaba el Parián y me dijeron que estaba a unos cinco locales de donde me encontraba, me metí y ahí era el lugar que estaba buscando, los talleres y huesarios, en un edificio oculto conectado al Parián que yo conozco (el edificio que esta en la Calzada y Juarez), a través de unos puentes y pasadizos que juro que podrían parecer escondidos y camuflajeados. Arreglaron rápidamente mis audífonos y le pusieron un plug metálico que me gustó mucho, pero lo que no me gustó es que el plug no hacía presión sobre el cable o sea, estaba soldado y toda la cosa pero todavía tenía mucho juego y con cualquier jalonsito se volvería a romper, pero bueno, ya lo solucionaría vaciándole silicón caliente dentro del plug.



Al llegar a casa, vertí el silicón y probé que quedaran debidamente aislados y todo iba bien, hasta que comencé a cerrarlo, el silicón no dejaba atornillarlo libremente y se me ocurrió la brillante idea de apretarlo con unas pinzas y nunca imaginé que el silindrito ese que entra en el ipod, es hueco, por lo que terminé de partirle la madre. Me sentí bien culero, esos audífonos tienen mucho valor para mí, me han acompañado en estos días difíciles y se han convertido como en mis oídos y por una pendejada mía los había chingado otra vez. Lo bueno es que se dio la hora del partido y mejor iba a soltar todo ese coraje en el futbol donde por fin volvería a jugar después de casi 3 meses de inactividad por lesión.



Jugué todo el partido, me sentí bien aunque jugué mal (eso sí), con miedo, sin confianza y sin meter para nada la pata, pero al menos corrí, pateé el balón, grité, sude, me desahogue y salí contento del partido a pesar del resultado, salí contento porque ya voy a volver a jugar, pero en ese momento no quería seguir ahí, quería lárgame a la chingada lo más pronto que fuera. Jimmy se acercó para invitarme a la fiesta de inauguración de su nueva casa, la verdad no tenía muchas ganas de ir, pero no quería pasar otra tarde como la del viernes, solo, borracho y jugando nintendo.









No darme por vencido.



Me aferré para comprar el plug, lo busqué primero en Steren de Copérnico y al llegar estaba cerrado, después recordé que hay un Radioshack en plaza Guadalupe y fui ahí pero no tenían esa clase de plug, puro mono y el que necesito es estéreo. Fui por último a Plaza Galerías donde hay un Steren y un Radioshack y conseguí un plug a la medida de lo que estaba buscando. El problema sería ponérselo, ya que no tengo cautín ni soldadura y pensé hacerlo primero así sin soldar, si me quedaba bien le iba a poner el silicón caliente (y dale tu con el puto silicón) y si no quedaba bien pues ya después iría a que le pusieran unos puntos de soldadura, pero se me ocurrió preguntarle a mi hermano (quien al parecer acababa de regresar de un viaje de hongos) si tenía cautín y me dijo que sí y me hizo el paro para soldarlo. No sé, todo esto me da impresión de que así la forma en la que abordo las cosas, aguevo tienen que ser a mi manera si no, no, y siempre termino echando todo a perder hasta que me salgo con la mía, lo malo es que esta actitud es solo para puras pendejadas, si pusiera la misma obstinación para otros aspectos más importantes de mi vida, no estaría como estoy ahora. Lo bueno es que mis audífonos quedaron bien, y ahora son más míos que lo que eran antes.



Por la noche llegué solo a la fiesta, la casa esta chida y seguramente la mencionaré seguido ya que se presta bien cabrón para fiestas y pachangas (se presta en el sentido de que es idonea no de la pueden pedir prestada), lo difícil va a ser sacar a la gente de ahí me cae. Yo tranquilo, medio serio, medio amarguetas como siempre, pero me puse a platicar con Ángel y pues ahí se me fueron varias horas. La verdad no había tomado mucho, no me había tomado más de dos caguamas, yo creo, tal vez fue que no había comido y definitivamente las fumadas de mota detonaron todo, me puse muy pedo, después de fumar bajé con los demás y puse mi canción favorita del mundo y me sentía muy a gusto, de hecho pasó un rato más hasta que empezaron las cumbias y la gente comenzó a bailar y eran cumbias de las chidas, de la dinamita y las colombianas, yo platicaba con Erandi y cuando de plano pusieron las cumbias villeras estaba más que incomodo, y fue cuando comencé a sentirme mal, así que quise irme, me despedí y David me decía que me quedara pero la cumbia estaba haciendo estragos en mí y fui a un rincón a vomitar, no fue mucho ni fue muy asqueroso, no había nada en mi panza más que cerveza, Le pedí a David que si me permitía descansar un poco en lo que se me bajaba la peda, no quería manejar borracho, subimos a su cuarto y me acosté sobre una de las esponjas con las que van a aislar el cuarto de ensayo, el se quedó a mi lado, estando ahí ya no me sentía pedo, ya me sentía bien y platiqué con él un rato en lo que me quedé jetón.



Desperté no sé por qué motivo, eran alrededor de las 5.00 de la mañana y me paré para irme, en el cuarto de al lado David dormía, cuando me vio, se despertó para acompañarme a la salida, la fiesta ya había acabado y no quedaba nadie más que él en la casa, según me dijo se había quedado para esperar a que me sintiera bien. Todavía estuvimos platicando un buen rato antes de de irme, no recuerdo lo que dijo, fueron muchas cosas, no sé, lo importante fue que eran solamente palabras de aliento que me reconfortaban, me despedí muy agradecido.

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