martes, 8 de enero de 2008

Entrañas


Te cogí toda la noche

bueno, no toda la noche porque cuando desperté por la mañana la erección matutina no fue tan dolorosa ni me ardía la verga

sino que te la metí varías veces a lo largo de las sombras

y una de ellas fue por el culo

Tu joven cuerpo brillaba bañado en una capa de aceitoso sudor que se sentía frío al contacto de mi piel

contrastando con el fuego que te quemaba las entrañas

que pude sentir a través de mi verga, por tu cola, por tu boca, por tu ano

intoxicándome con tu esencia y el dulzón olor a sexo que inundaba todo el lugar

se metía por mis narices como un putazo

como un hornazo de mota

enervaba mi mente rompiendo mis conexiones mentales

solo podía pensar en tus escandalosos gemidos

en tus obscenos labios babeantes

hinchados en sangre

y en esa maldita mirada tuya que siempre mira a través de mí hacia quien sabe dónde chingados

y me permite darme cuenta que te tengo al borde

pero a pesar de todo ese sexo sucio y maloliente

nunca voy a poder poseerte

y eso lo sabes

y sabes que yo lo sé

y te causa un placer

que te lleva y te trae de esos interminables orgasmos

como si cada uno fuera una pinche carcajada que se burla de mi

como la inútil y eterna marejada marina

por eso tus pinches ojos a medio cerrar que me atraviesan dejando heridas y llagas a su paso

y no importa cuanto haga

que tan duro y profundo te la meta

tú siempre estas más allá de mí

en otro lugar

tus límites son más amplios.

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